sábado, 20 de junio de 2015

CARTA DE UN PAPÁ ECUATORIANO


¿De qué están hechas las nostalgias? ¿Son pedazos de vida a la deriva o estrellas con promesas escondidas? ¡No lo sé!

 Treinta años perdidos que llevaron en su momento, inevitablemente, a repetir las inmortales estrofas de Los Heraldos Negros, del simpar César Vallejo. ¿Los recuerdas?
"Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!/ Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... Yo no sé!

Fueron instantes en permanente ruptura, inalcanzables como sueños postergados por el dolor. Eso y mucho más de lo inefable, transcurrido el tiempo, fueron y son las nostalgias y los recuerdos imborrables. Ha corrido mucha agua bajo los puentes de nuestras dos vidas. A veces,las creencias flaquean. La ausencia forzada de un niño hijo del alma, por lo menos ha servido para contradecir las ideas de prohombres-periodistas como Cristopher Hitchens, gran difusor de conceptos válifos para lo no creyentes. Ha sido y es difícil. Pero Dios siempre estará con nosotros, en las células y en las oraciones diarias.
Quizá tú, querido padre-amigo, alguna vez también llegaste al sopor de la nostalgia y la tristeza que, en aquellos tiempos, se difuminaron entre volutas de humo de cigarrillos con lumbre semejante a vidas ausentes de ternuras.En mi querido país, Ecuador, se guardan todavía entre nubes y arcoiris, las sonrisas tiernas de un travieso niño con miradas cargadas de infinitos; de sus miradas que, un día, se perdieron por actitudes que jamás encontrarán explicación. Se extraviaron en decisiones que marcaron vidas, para y por siempre.

Por 1985, el amor de un padre fue extraviado entre espumas, esperando en noches de sortijas y evangelios. Vientos y susurros de montañas andinas, con aromas de nardos y paisajes plenos de luz equinoccial me dijeron: sonríe a la vida y con ella, en la mesa de un amigo, comparte tu café y la confidencia.

El espíriru amable del Ecuador todo me susurró: míra tus pasados días con agradecimiento por los
momentos de rosas que has tenido.
La vida te brinda misterios para los que ningún dios te prepara. Propone en tu camino fachadas de escuelas y colegios, vacíos de realidades, repletos de amables profesores que introducen en almas y cerebros  el dos por dos y el abc, con cuentos de la Historia Patria. 



Pero la “Maestra Vida” me ofreció jugadas que no constaba en mis itinerarios. Aprendí en la calle, en Ambato, la "tierra de las flores y frutas" en el centro del país andino, con amigos del barrio, que ningún almanaque te prepara para los abismos del destino. Ni siquiera las oraciones de la niñez, con rezos de abuelas y primos que bostezaban,  te prepararon para las injustas luchas de la vida.  Fue todo?
No! No sé cómo ni porque, pero la maestra vida me ha cobrado tributos para viajes que nunca contrataté. Simplemente, un día de 1981, de repente, me embarcópor senderos que nunca tuvieron alfas ni omegas. Y el viaje está en su etapa final. Y algunos de los viajeros no han llegado a puerto seguro. 

Pero en mi país, Ecuador, !el maravillosos Ecuador de la mitad del mundo!, siempre estará titilando junto a Venus, un lucero con luz que alumbrará siempre al niño de las sonrisas y travesuras que se extravió entre los colores del más bello arcoiris que nadie pudo jamás imaginar.

Querid@sAmig@s: si la vida te lleva a sus encrucijadas y te sorprendes, respira profundo y mira al cielo, con la confianza en la fuerza superior, aquella que juzga más allá de las apariencias de la vida y dictamina su justa sentencia. Y si demora en la respuesta, no te afanes. Él sabe cuándo y cómo te llegará su mensaje. Sólo espera con humildad y fe profunda en Él. 

Los golpes de Dios también tienen sanación, en el cuerpo y en el alma. 

FIN.-

lunes, 15 de junio de 2015

MALTRATO EN LA VEJEZ


Y… ¿cuántos años tienes tú?

Bueno, no importa, porque la verdad es que tienes que envejecer. Más pronto que tarde, te llegará el año 2025 y…, si tu edad de ahora está en los 50, entonces habrás llegado a ser “Adulto Mayor”. ¡Albricias, eres un “viejo”¡ Formarás parte de los 1.200 millones de personas mayores de 60 años, según estimaciones oficiales de las Naciones Unidas.

Luego del festejo, con pitos, globos y serpentinas, empieza preocuparte, porque seguramente comenzarás a enfrentar graves problemas. Claro! además de los propios de salud de “los años dorados”. El crecimiento demográfico, el proceso de acelerada urbanización, la lucha por la seguridad alimentaria y los fenómenos derivados del cambio climático constituyen, entre otras, algunas de las dificultades para el planeta y su gente. En este escenario, la población vieja tiene perspectivas de mayores sufrimientos.

No todos los viejos pueden pagarse un ancianato 
Probablemente aumentará la indiferencia social para los ancianos, tal como ocurre ahora mismo. Según las estadísticas de UNESCO, en el mundo más de 780 millones de personas están fuera de las posibilidades de tener agua pura en sus viviendas y más de 3 mil millones sobreviven con apenas 2.50 dólares por día. Este panorama guarda grandes incógnitas para la población del cercano mañana.
El 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso en la Vejez. Una Resolución de la Asamblea General de las NN.UU. proclamó la fecha en diciembre del 2011, para introducir en las diversas capas de la sociedad en todos los países un sentimiento de mayor respeto y consideración a los diversos grupos de población que superó los 65 años. La idea fue tomar conciencia sobre “…la violación de los derechos humanos que incluye el abuso físico, sexual, psicológico, emocional, financiero y material, así como el abandono. Incluye también la pérdida de dignidad y respeto”.

Compartir momentos gratos ayudan en la vejez
Para los adultos mayores, las consecuencias del maltrato son muy graves, dijo uno de los amplios reportajes que publicó diario El Telégrafo el sábado 13 de junio. Con la firma de Klever Paredes, ideólogo y principal gestor de una serie de tareas destinadas a tratar la compleja y amplia temática del envejecimiento en Ecuador, el importante rotativo nacional desplegó en dos páginas completas algunas facetas del maltrato a los ancianos.

 Este grupo de población demanda más acciones desde los estados y la sociedad, sostiene en uno de los subtítulos del excelente trabajo periodístico que viene cumpliendo el colectivo “Palabra Mayor”. Uno de sus más respetados columnistas, Ricardo Iacub, doctor en Psicología de la Edad Mediana y Vejez, de Argentina, al examinar los cambios futuros que está incubando el futuro planetario por el envejecimiento de la población, dice “Este momento de transformación nos empuja a comprender los nuevos escenarios sociales en nuestra cultura…, [que determinan] a que los adultos mayores deban repensar  redefinir nuevos objetivos en su vida, vocaciones u oportunidades”.


 En Ecuador, la Ministra de Inclusión Económica y Social, Betty Tola afirma “Estamos haciendo giros importantes, transformaciones sustanciales por cambiar la historia y profundizar el territorio del buen Vivir para los niños, jóvenes y adultos mayores”.Espero que se cumpla la oferta.

domingo, 14 de junio de 2015

LOS VIEJOS PUEDEN PROPONER SOLUCIONES VIABLES



 ¿Existen los “adultos mayores” como tema importante en las noticias de la prensa nacional? ¿Podemos las personas de “años dorados” contribuir, desde las experiencias y el conocimiento, al bienestar colectivo?

El tema reviste importancia no sólo para quienes hemos superado los 65 años; también para los jóvenes de hoy que esperan llegar a la ancianidad con buena salud y condición económica apropiada. Recordemos que el actual Sistema de Seguridad Social y de la economía, del Ecuador y del mundo, enfrentan escenarios inéditos que imponen nuevas actitudes.
La población adulta no forma parte del gran mercado consumista y por tanto no recibe atención de la mass media. Así, los 1.3 millones de “adultos mayores” que nos movilizamos en el Ecuador estamos casi “invisibles” en la estructura noticiosa. Si hay excepciones, apenas sirven para confirmar la regla.


El drama mediático en la muerte del futbolista "Chucho" Benítez
Otros datos ilustran el panorama: En el 2012, según organismos internacionales, los  mayores de 60 años representaban el 11.5% del total de la población mundial, en el 2050 alcanzarán el 22%. En América Latina los problemas será más graves: la población adulta alcanzará el 25.1%.
La sociedad consumista no brinda espacios adecuados a la población envejecida. La prensa, según especialistas renombrados como Shirley Biagi, cumple un papel ordenador del libre mercado. Afirma que opera con tres fundamentos: 1.  Enfocada en las ganancias; 2. Avances tecnológicos cambian la distribución y consumo de mensajes; 3. Afectan y reflejan la política, sociedad y cultura.

Un reconocido sociólogo francés, Gilles Lipovetsky señala “La comunicación mediática se organiza bajo leyes de seducción y diversión, está restructurada implacablemente por el proceso de moda, puesto que en ella reinan la ley de los sondeos y la competencia por los índices de audiencia”. En la misma orilla crítica se ubican intelectuales de dimensiones universales: Chomsky, Bourdieu, Toffler, Bauman, Martell, Baudrillard, etc; también decenas de pensadores en América Latina que defienden posturas humanistas.

Como los adultos mayores del país ya no son compradores, no reciben  espacio ni tiempo  de la gran prensa y medios audiovisuales, porque está destinada a  la rentabilidad que ofrece la farándula, periodismo rosa y excesivo despliegue de lo deportivo. Por esta vía, se ha impuesto la cruel sentencia de “sólo vales lo que consumes”.

QUÉ PODEMOS HACER?

Años atrás, la ciencia consideraba que las neuronas -células del cerebro- inevitablemente se deterioraban con la edad y no podían regenerarse. La vejez era tránsito  a enfermedades mentales y pérdida de facultades. El descubrimiento de la neuroplasticidad ha producido milagros en la prevención y curación de dolencias que afectaban  las capacidades mentales. Otros avances en Neurociencias han demostrado los impactos positivos del deporte y el arte en el mejoramiento y restablecimiento de funciones cerebrales. Todo esto ha logrado prolongar la vida útil de las personas.
El ser humano de cualquier latitud en edad madura es “banco de sabiduría” con conocimientos, paciencia y valores   puedo y quiero ser “parte de la solución y no del problema” económico/social presente y futuro. Es mi manera de ayudar al país y al grupo de población al cual pertenezco, especialmente en un mundo en el que aumenta la “información” de manera exponencial hasta construir la actual “infoxicación”.   

RESPONSABILIDAD SOCIAL y DD.HH.


Cuando un periódico dedica frecuentemente grandes espacios al análisis de problemas que  enfrentan las personas de edad, merece aplausos. Son necesidades de humanos que tienen todavía derechos a ser, tener, estar y hacer a través de protección, afecto y con libertad de preservar su identidad. En esta noble tarea, las páginas semanales de El Telégrafo, a través de las excelentes crónicas de Palabra Mayor, son ejemplo de alta sensibilidad periodística y humana. Observen amigos lectores, en sus periódicos, los contenidos triviales, nimios, vacuos, intrascendentes, frívolos y bobos que se publican, en tanto hay otros que deberían estar en primera página. Menciono un tema: calentamiento global, que es ignorado,  ocultado, distorsionado, reducido y desaparecido de las agendas mediáticas. Las “noticias” sobre los viejos se pierden entre las del futbol, farándula y las de cualquier cosilla que les parece más rentable a los medios de comunicación. 
Cada sábado, El Telégrafo publica dos páginas completas
  El Telégrafo ha destinado más de 60 páginas, además de espacios menores, al examen de las numerosas facetas de la ancianidad.

Por y con mis derechos, propongo elaborar una publicación mensual con puntos de vista y opiniones, desde la óptica especial del jubilado. Es decir, desde lo que nosotros mismos experimentamos cada día. Con asesoramiento de  geriatras y especialistas en diversas ramas, sugiero reflejar la realidad del viejo desde sus particulares circunstancias y plantear el estilo de vida más apropiado. Estimo que puede ser una ayuda  oportuna en la búsqueda de soluciones a los errores del mercado.
Usted, apreciado amigo y jubilado lector, también puede ser útil en esta causa. Su familia y usted tienen la oportunidad de demostrar su real y mayor valía. La tarea de construir este proyecto no será fácil, pero creo que bien vale la pena de morir en el intento. Su opinión será bienvenida a mi correo: wabrilf@andinanet.net.

Ah…, me olvidaba decirle. Seguramente usted también estará envejeciendo. No importa la edad que tenga ahora, mañana o la que alcance a vivir (el tiempo pasa volando), y tendrá 65, 70 o más años y le empezará a crujir las articulaciones, a sentir el “peso de los años” y a sufrir –cada día uno nuevo- los síntomas de las “juventudes acumuladas”. Sentirá más frío en la cabeza (porque no tendrá cabello), y mucho más frío en el cerebro cuando comienza a olvidar el lugar donde dejó a las cabronas llaves. Entonces, si puede, recuerde que puede echar una penúltima cana, en la publicación que llevará este nombre y que tendrá mucho gusto de recibir alguna colaboración suya.



Penúltima Cana porque siempre tendremos tiempo y posibilidades para tomarnos una copa de buen vino, comentar un buen libro, disfrutar de un hermoso crepúsculo andino y, especialmente, compartir una sabrosa conversación. Penúltima Cana porque cuando nos llegue la última y final, realmente habremos muerto.


La imagen siguiente corresponde al artículo publicado en revista PANORAMA, editada en Ambato (Ecuador) y con circulación en seis provincias centrales del país. Es la maqueta original de la publicación preparada desde las experiencias de nosotros, los adultos mayores, y tratará temas con estos enfoques. Solo nosotros podemos crear y proponer "nuevos estilos de vida", con el análisis de las vivencias cotidianas, de hombres y mujeres; desde las dolencias y aspiraciones. Aquí seesperan examinar con frontalidad temas como el abandono, las enfermedades terminales y hasta la eutanasia o "muerte con dignidad".

Espero sus colaboraciones.