sábado, 19 de abril de 2014

POLÍTICA GLOBAL Y DEUDA ECOLÓGICA INIMAGINABLE

Cuántos partidos políticos y flamantes autoridades seccionales diseñan sus actividades con visión de futuro? Responden sus planes de trabajo a las nuevas ciencias de la Prospectiva? Y los medios de comunicación, ¿informan sobre la punta del iceberg o investigan por debajo y detrás de los acontecimientos? Y usted, lector, piensa en el futuro de su familia cuando se entera de los sucesos mundiales?

En las pasadas elecciones de febrero se debatieron propuestas sobre las ofertas de cada uno de los candidatos para sus respectivas circunscripciones geográficas. Los resultados ofrecieron resultados inesperados para todos los actores políticos. Pero, ¿cuántos candidatos promocionaron sus ofertas en contextos que tengan visiones de futuro para sus regiones, el país y un poco más allá? Sin embargo, hay realidades que trascienden los estrechos ámbitos de las geografías locales y regionales. 

Se pueden tener tantos análisis de los resultados electorales cuantos votantes concurrieron a las urnas. Los adjetivos sobraron en declaraciones y entrevistas; el juicio interesado del ex Canciller José Ayala en su columna periodística reflejó más de lo que expresan las palabras: “En mi opinión, el pueblo, en suma, votó contra Correa y contra su “proyecto” socialista del siglo XXI”.
Pocos habrán puesto a la contienda en el panorama mundial, porque los objetivos aparentemente se concentraron únicamente en reductos locales.

En el proceso eleccionario se debatieron tesis políticas de progresismo avanzado con ideas y acciones orientadas a  resolver acuciantes problemas sociales: pobreza, desempleo, distribución equitativa de riqueza, etc, como la realizada por el gobierno de la Revolución Ciudadana  en los siete años recientes, frente a otra identificada con posturas del  Consenso de Washington y  fórmulas del inmoral neoliberalismo que engañosamente ubica al dios mercado como idóneo sendero para el desarrollo de pueblos y naciones.

El telón de fondo que envolvió  la elección de autoridades seccionales en Ecuador, revela otros peligrosos intereses transnacionales que están en juego.

DISCUSION SOBRE DEMOGRAFIA

Cantidades apreciables de papel y tinta han consumido autores connotados de ciencias sociales: Joseph Stiglitz, Noam Chomsky, Naomi Klein, Edgar Morin, Jorge Riechmann y muchos otros, para explicar los orígenes y efectos de las crisis provocadas por el capitalismo depredador.

 
Portada del libro que invita a la necesaria reflexión y análisis

Una obra recientemente publicada en Ecuador sirve para comprender la profundidad y magnitud de la compleja fenomenología de los cambios dramáticos  producidos en áreas fundamentales de la geopolítica  planetaria: economía, comercio internacional, ecología y cambio climático, distribución de riqueza, procesos de integración, utilización del poder financiero y otros que no registran adecuadamente  los periódicos.
Con alta formación académica y experiencia política, Fander Falconí Benítez, pone en discusión sus propuestas en la obra “Al sur de las Decisiones”, sustentando sus planteamientos sobre la inminencia de una crisis civilizatoria que cuestiona severamente la inviabilidad de los actuales modelos de producción y las lógicas egoístas de consumo, que van agotando la disponibilidad de recursos naturales en el mundo. 
El ex Canciller de la República  y ex titular de SENPLADES, señala al mimetizado capital financiero, con ayuda de la tecnología cibernética y digital, como culpable de imponer patrones de consumo y derroche a través de la libre competencia, el individualismo, crecimiento económico ilimitado y consumismo sin fin.

La prensa informa sobre una realidad que se ignora
Con formación en Economía Ecológica y  sentido crítico para enfocar la realidad, destaca Falconí Benítez que la crisis de la civilización occidental se asienta en conceptos occidentales de progreso y desarrollo, sinónimos de consumismo egoísta y depredador, al que antepone el Buen Vivir, “como alternativa social y anticapitalista”.
En el peligroso cambio de época al que ha llegado el planeta, el experto ecuatoriano señala “que la presión sobre los recursos físicos y la disparidad entre países nos obligan a pensar en la necesidad de redefinir la discusión en torno a la población…, porque ningún porvenir sería predecible sin contemplar el factor poblacional”. En esta misma línea, en foro especializado en Quito (03.2012), el  afamado científico Nicholas Stern, al referirse al aumento de sequías, inundaciones y tormentas en América Latina provocadas por el cambio climático, destacó que “lo que hemos visto hasta ahora es realmente muy pequeño en comparación a lo que nos arriesgamos si dejamos que la temperatura suba tres o cinco grados”. 
…Y AMÉRICA LATINA?

Uno de los país con mayor biodiversidad del planeta, Ecuador ofrece al turista y a sus habitantes la más hermosa geografía y multiplicidad de microclimas que se reflejan en sus variedades alimentarias. Y con otras naciones de América Latina, debemos y podemos ofrecer al mundo un pensamiento nuevo que puede construirse !ahora mismo"

Marcada por su condición de exportadora de materias primas agrícolas, sujetas al vaivén de precios que lleva al deterioro de los términos de intercambio  (más productos agrícolas para comprar cada vez menos bienes), el moderno enfoque económico ha puesto en vigencia el concepto de intercambio ecológicamente desigual. Afirma que la sobreexplotación presente de los recursos, al ser un patrimonio natural limitado y agotable, ofrece una riqueza menor para las generaciones en el futuro. Y una consecuencia adicional, agrega Falconí Benítez: el crecimiento económico significa, a nivel mundial, una mayor producción de dióxido de carbono y cambio climático.
El libro desprende un sentido de urgencia. Conclusión del examen sobre las realidades que vive la economía y sociedades planetarias: América Latina debe tener presencia fuerte y voz clara, legitimada por ideas-fuerza  de sus expertos en todas las disciplinas y ciencias sociales y técnicas. 
Esto será posible, agrega, manteniéndose cohesionados alrededor de proyectos de integración regional que resumen las mejores aspiraciones de los países del Sur: Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Unasur, Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) que han formulado propuesta inéditas como la Nueva Arquitectura Financiera, cobro de la deuda ecológica a países industrializados, las posiciones contrarias a los Tratados Bilaterales de Inversión y al CIADI, como “respuestas objetivas que expresan, sin ambages, un cambio de estrategia desde nuestro continente”.
Para ilustrar la inimaginable deuda ecológica que los países del norte tienen con los del sur, es decir con América Latina, Caribe y Ecuador, Falconí menciona cifras de investigaciones técnicas efectuadas para determinar los impactos ecológicos en las actividades humanas. Los daños ambientales causados por los consumos de países ricos a  naciones pobres entre 1961 y 2000 bordean los dos millones de millones de dólares. En cambio, la deuda externa contraída por nuestros países (en gran parte ilegítimas e inmorales) es de apenas 1.233 miles de millones de dólares al 2011, según el Banco Mundial. 

NUEVA SOCIEDAD

Termina el autor reiterando la necesidad de una nueva sociedad que guarde relación equilibrada con la naturaleza para llegar a una civilización humana y solidaria, que permita tener una segunda oportunidad sobre la tierra. 
 
Trabajemos por la !Solidaridad!,

 Después de la lid electoral, algunas crónicas periodísticas deslizaron titulares sobre la eventual “derechización” del municipio de Quito, con el triunfo inesperado del outsider Mauricio Rodas. ¿Significará que habrá preferencia por los negocios, sin importar la afectación de la naturaleza?
En la coyuntura política, económica y social del Ecuador –y de Latinoamérica-, las tesis de Fander  Falconí representan, a mi juicio, un claro desafío para los flamantes Alcaldes y Prefectos recientemente designados, porque están vinculados estrechamente a la viabilidad de sus planes y proyectos.
Felizmente, entre las nuevas autoridades edilicias hay un académico de prestigio. Luis Amoroso, ex Rector de la UTA, -universidad calificada entre las mejores del país-, es hombre de formación y pensamiento superior para, conjuntamente con el Prefecto Fernando Naranjo, profesional de capacidad internacionalmente reconocida, organizar foros de discusión alrededor del valor del ecosocialismo y la economía ecológica, que “representa una mirada multidisciplinaria que admiten los límites de la naturaleza para dar sustento a la humanidad”.
Las respetables autoridades, instituciones y universidades de Ambato y Tungurahua, provincia de flores, frutas y ríos, tienen la oportunidad de provocar reflexivos análisis sobre la Madre de Todas Las Verdades. Si no tenemos agua, ¿podemos seguir siendo "Tierra de Flores y Frutas?

Ambato y Tungurahua son "Tierra de Flores y Frutas"






Cuando al periodismo se le agota la perspicacia y suspicacia –por abulia, ignorancia o intereses particulares- y el afán investigativo se diluye en temas vacuos, intrascendentes, corresponde a institutos de investigación académica incursionar con seriedad en materias que deliberadamente parecen ser ignoradas por la prensa comercial. “La realidad es que estamos acabando con nuestro planeta”, escribió Engelbert Valpeoz, Director Editorial de Newsweek en Español, en septiembre del 2012. 
 
En plausible excepción, diario El Comercio, de Quito, destinó nada menos que 56 (¡cincuenta y seis páginas !!!) de su edición del primero de enero del año en curso, al examen bastante detenido del “tesoro del planeta  que es AGUA”. Los glaciares de Los Andes retroceden, escribió en la portada. 
Pero todas estas publicaciones resultan mínimas frente a la cultura del consumo excesivo y desperdicio. El marketing y la publicidad que busca transformar a la sociedad y a cada uno de los individuos en simples clientes/compradores, no descansa para acelerar los procesos de “obsolescencia programa” y provocar cada vez más y más consumo. Al punto de convertir a la capacidad de compra de la persona y del grupo en valor supremo de las actuales estructuras sociales. 
“Tanto consumes, tanto vales” se dice, olvidando que cada producto significa la descapitalización de recursos naturales y el incremento de la “huella ecológica”.FIN

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