Lamento la pérdida del excelente jugador y buen padre que fue el "Chucho" Benítez. Después de su muerte anticipada ( ¿por escandaloso error de los exámenes médicos para concretar el traspaso del América de México al Al Jaish en Catar?) y la parafernalia que armaron la prensa, televisión y radios del Ecuador para hurgar en los más recónditos vericuetos de su pasado y presente, además de especular sobre el entorno de su fallecimiento, me pregunto sobre otros temas que porían (y deberían, ¿no?) merecer también la atención de la prensa y televisión.
Uno: calentamiento global y sus efectos inmediatos en clima, producción de alimentos y catástrofes naturales. Otro, la urgencia de apoyar a todos los empresarios del país, no impoprta si son micro, pequeños o grandotes, para que ganen en productividad y sean más competitivos y se pueda exportar más. Quieren otro los señores periodistas deportivos: la conveniencia, necesidad y sentido práctico de recuperar y promocionar toda la cultura nacional, comenzando por la música. Uno que impacta en la economía global: la quiebra de ciudades de USA, además de la superautomovilística Detroit, de Chicago, Cincinatti, Portland, Santa Fe, Minneapolis, y la propia Gran Manzana NY (increíble, ¿no?) Y el penúltimo: el destino mediato de los 1.3 millones de adultos mayores -léase "viejos"- que vivimos en el Ecuador de ahora. Los que rebasamos los 65 años podremos tener acceso siquiera a cuidados médicos, ¿que sean la quinta parte de los que recibía Chucho en México y, se suponía, que debía tenerlo en Catar?
Pero estos son asuntos que exigen educación, conocimiento y lecturas, además de investigación, para poder ananalizar con algún criterio válido. Es fácil darse las vueltas alrededor del jugador y la pelota!
Bastante complicado, porque a pesar de las inversiones y recursos orientados a esta área, las medicinas no están disponibles en cantidad y calidad suficientes para la creciente demanda en el sistema de seguridad social del país. ¿Que será mañana cuando ingresen dos millones de personas al
Seguro Social por la fuerza de las leyes que se están aprobando?
Ramiro González, economista y ex candidato a la Vicepresidencia de la República junto a León Roldós en 2006, fue Presidente del Directorio del Instituto Ecuatoriano de Segurida Social IESS. Al frente de un equipo de trabajo eficiente, introdujo cambios sustanciales en el paquidérmico instituto que estaba retrasándose en los procesos de profundos cambios que impulsa el Presidente Rafael Correa. Bajo las diretrices oficiales y con razones valederas, la idea es "universalizar" los servicios de la seguridad social a todos los habitantes de la pequeña nación andina.
Es decir, posibilitar que todos los catorce millones de ecuatorianos alcancen los beneficios múltiples de la seguridad social. Uno y muy importante se relaciona con los servicios de salud.
(Esta gráfica corresponde al Hospital Carlos Andrade Marín del IESS, en Quito, tomada en marzo 2013)
Pero la idea, que es plausible por donde se quiera mirar, resulta imposible en la práctica del día a día.
Faltarán recursos para financiar la atención médica que todo el mundo quiere !y pronto! Especialmente, los llamados eufemísticamente "adultos mayores" y absorben mayores recursos porque simplemente necesitan mayores cuidados médicos, forman un grupo de población que camina por el filo de la navaja. Sobre salen los poco más de cien mil ancianos que, según las estadísticas del último censo de población, viven en soledad y consecuentemente tienen riesgos mayores.
La realidad muestra una cara más dura. En abrildel 2011, González reconoció que la demanda insatisfecha en el hospital del IESS (Carlos Andrade Marín, en Quito), "no podrá ser totalmente cubierta por más que el estado inverta en infraestrctura o tecnología, pues, lo que hace falta, según el economista, son médicos especialistas decididos a trabajar en la salud pública". En una entrevista con diario HOY en la fecha señalada, González respondió a una pregunta: "nunca se podrá abastecer a todos los afiliados, eso hay que dejar en claro, no por nuestra ineficiencia sino por la propia dinámica de la institución".
Medio año más tarde, El Comercio desplegó un título con una cita del mismo personaje y sobre el mismo tema "Un cambio en la Seguridad Social dura por lo menos 10 años...". Como para comenzar a tener escalofríos, no?
Tras las cifras y los datos frios, como el hielo del Chimborazo, están en verdad las preocupaciones y esfuerzos del Gobierno para pagar la deuda social. Es incuestionable! Pero las dimensiones reales de los problemas desbordan las excelentes intenciones gubernamentales. El número de afiliados al IESS se duplicó en cinco años, con mayores recaudaciones, pero la salud sigue en crisis. Según datos divulgados en Junio pasado, en el 2012 el seguro de salud del área médica experimentó un déficit de USD 169 millones y los estudios actuariales efectuados por la firma Actuaria indicaron que este mismo rubro tendría en siete años un déficit de USD 2.613 millones.
Con estas realidades, aparece como ultramegasobredimensionada la vastísima y exagerada cobertura que los medios de comunicación colectiva del Ecuador dieron al fallecimiento prematuro del futbolista "Chucho" Benítez, mientras hay docenas de temas globales, regionales y nacionales que reclaman tratamiento periodístico. Pero, !claro¡, es entendible, a la gente le gusta el show y la muerte también puede ser un espectáculo que aumenta la circulación y sintonía. ¡Sí!, es absolutamente comprensible para algunos lectores que buscamos formas distintas de leer y tratar de entender lo que se publica.
(Los medios de comunicación sirven sólo para el escándalo?)
Estas son apenas muestras pequeñas de los entretelones que cubren algunas materias verdaderamente trascendentes para el pueblo ecuatoriano. En algunos cafés, en círculos de amigos con decenas de años a cuestas y la mayoría jubilados, entre todavía algunos fumadores y aficionados a "tintos" y capuchinos, comienzan a circular frases que vinculan a la más prostituta de todas con presivisibles escenarios: la muerte, llamándola con eufemismos de la posmodernidad: eutanasia activa, eutanasia pasiva, suicidio asistido, distanasia y eutanasia lenitiva.
A lo mejor y para provocar sustanciales ahorros a la caja fiscal, sea prudente para los florecientes negocios de pompas fúnebres organizar un "flash move" con un buen porcentaje de los más de millón de personas envejecidas que viven -y muchos sobreviven- con las pensiones que reciben por jubilación del IESS, mientras fotógrafos alertas disparan flashes y captan las últimas sonrisas de
resignados "adultos mayores" que comienzan a familiarizarse con la "calaca" o la "huesuda", como dicen en México. Por ahora, gastan sus últimas energías en las colas que deben hacer para conseguir citas médicas y fármacos que alivien sus males.
Bueno!, al fin y al cabo, casi tres meses atrás, un ministro del actual gobierno del Japón, Taro Azo, dijo: Sería deseable que los ancianos se mueran pronto para que el gobierno pueda arreglar sus cuentas fiscales.
Todo esto me recuerda el título "Los Condenados de la Tierra" de la célebre obra de Frants Fanon, ¿la recuerdan?. Tal vez podría aplicarse a los ancianos del Ecuador, que apenas es mínimo porcentaje de la envejecida población planetaria.
Tienen ustedes todavía a sus padres? Qué debemos hacer para prevenir enfermedades catastróficas? si llega el momento supremo y con mucho dolor, ¿qué hacer?
Serían negocios redondos..., con noticias que ocuparían apenas unas dos o tres páginas. ¡No más!
Me gustaría recibir sus comentarios. Gracias!
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