EL PASILLO SERÁ PATRIMONIO NACIONAL DE LA CULTURA. PRONTO COMENZARÁN GESTIONES ANTE LA UNESCO PARA SU RECONOCIMIENTO UNIVERSAL.
Los
cuestionamientos a la globalización y el renovado espíritu que anima los bicentenarios
en América Latina, están despertando los adormecidos sentimientos de
identidades nacionales. Resultados inequitativos para los países pobres,
amenazadores índices de desempleo, agravamiento de la pobreza, peligroso deterioro
del medio ambiente y creciente dominación cultural son algunas de las
características que marcan la crisis económica de la moderna y conflictiva “aldea
global”.
Ambato, a 130 kmts de Quito, es conocida como la Tierra de
las Flores y de las Frutas. Algunas de las canciones más románticas
surgieron de cantautores de esta bella ciudad, como Nicolás Fiallos,
autor del pasillo "Te quiero, te quiero", dedicado a su esposa y "Pañuelo Blanco" de Fausto Galarza, en recuerdo de una enamorada. La foto muestra la bella Catedra de la ciudad, atractivo del turismo en la provincia.
En orilla diferente
a la dramática realidad impuesta por la internacionalización profunda de
negocios, inversiones y cultura, el temperamental habitante urbano en cada país
está construyendo con firmeza su identidad local. El 18 de abril es fecha para celebrar el patrimonio que forma parte de nuestra identidad. Recordemos que con la música folclórica que
cruza la geografía regional y cientos de grupos que ofrecen innovadoras
experiencias en danza contemporánea, sobrevive y empieza a magnificarse la
música del romance. Se presenta como respuesta insuficientemente planificada de
comunidades locales a exóticos géneros que fluyen avasalladoramente desde
países altamente desarrollados, con el soporte de modernas innovaciones
tecnológicas.
En el ya centenario
trayecto seguido por compositores, intérpretes, orquestas y empresarios de la
industria musical de Bogotá, Buenos Aires, Quito o México, los nombres de
cientos de figuras de canción protesta en América Latina, nueva trova cubana,
agrupaciones de merengue, cumbia y salsa, felizmente todavía se venden junto a
los de tangos, boleros, valses, rancheras y pasillos. Éstos, que mantienen el
“filin” de los años cuarenta que surgió en Cuba, representan las experiencias
emocionales de pueblos mestizos que muestran todavía sensibilidad y galantería
con lo “romántico”, confrontando abiertamente con el distanciamiento amoroso y
el inmediato abordaje sexual de lo moderno, sostiene un estudio de
InterComunicación IC y Fundación PROMOSER.
Más allá de las
variopintas ideologías, ofertas electorales y énfasis en las ventajas aparentes
del libre mercado, lo que se configura hoy en esta parte del mundo es el
renacer de la imaginación y “espíritu alocado” de sociedades que se niegan a
dejar morir sus experiencias afectivas, identificando al individuo como sujeto
histórico del perdurable sentimiento del amor, en contraposición al simple
lucro y utilitarismo de ahora, destaca el
trabajo de nombre significativo “De los Inventarios del Corazón”. El ensayo vincula
la necesidad de preservar el carácter romántico de las sociedades a conceptos
modernos del mundo empresarial: responsabilidad social corporativa, glocalización, imagen
marca-país, y ejemplifica el carácter motivacional y patriótico que puede tener
la música para impulsar a las sociedades en momentos de crisis.
Aun en los
clásicos hay ejemplos que confirman el aserto: Sibelius con su obra Finlandia,
Chopin y sus Polonesas y valses, o el uso revolucionario que el pueblo italiano
brindó al coro “Va Pensiero” de la ópera verdiana Nabucco; en América Latina hay canciones populares con ribetes nacionalistas
y de insurgencia: Si se calla el cantor, las perennes melodías del argentino
Piero; la internacional Hasta siempre Comandante, y las innumerables
descripciones de los encantos del terruño que se ofrece en cada una de las
naciones.
Como producto artístico
y social, la música puede ser entendida, en las teorías del canadiense McLuhan,
como capa protectora de los efectos perniciosos de la realidad virtual que está
creando los vertiginosos avances tecnológicos, menciona InterComunicación.
EL JURAMENTO ETERNO
Julio Jaramillo Laurido (JJ, Guayaquil, 1935) es el cantante ecuatoriano de mayor prestigio internacional. Su nacionalidad se disputa en seis países de Latinoamérica, en los que triunfó en las décadas de los sesenta hasta lo ochenta. Con su inimitable estilo pero seguido por varios jóvenes cantantes de Colombia, Ecuador y otros países, es recordado permanentemente en su terruño. En la foto, los también consagrados hermanos Danilo y Eduardo Miño Naranjo, con la figura en cera, tamaño natural de JJ, en restaurante Cochabamba, en San Antonio de Pichincha (Mitad del Mundo).
En el campo de
la música popular y romántica, Ecuador exhibe con el pasillo un trabajo
paciente y silenciosamente elaborado. El renacer del género musical está en la
raíz del pueblo que vivió entre ciudades apacibles y luminosas playas, seis décadas
atrás, los procesos lentos del enamoramiento ahora en trance de eliminación.
Con apenas media docena de sobresalientes intérpretes en costa y sierra,
encabezados por los inigualables Julio Jaramillo (JJ) y Carlota Jaramillo, ya
fallecidos, el pasillo forma parte esencial del patrimonio intangible del
Ecuador.
Al inmenso
testimonio musical que dejó JJ, el “Ruiseñor de América”, en los países ribereños
del Pacífico cantando boleros, valses, tangos, rancheras y pasillos, se unen
corrientes de fuerte innovación. Una reciente producción del Instituto de
Música Contemporánea de la Universidad San Francisco de Quito, busca para la
interpretación de música ecuatoriana “desde el lenguaje contemporáneo del
jazz generar un mayor desarrollo
creativo de las identidades musicales actuales”, según afirma la presentación
discográfica de “Pasional”, magistralmente interpretado por la talentosa y
joven Alexandra Cabanilla.
Fallecido
treinta y tres años atrás, los miles de seguidores del bohemio JJ en países con
sociedades tan disímiles como México, Colombia y Argentina, hoy como ayer,
recuerdan los versos de “Nuestro Juramento” del celebrado Benito de Jesús,
creados en el Viejo San Juan de Puerto
Rico. Hemos jurado amarnos hasta la
muerte / y si los muertos aman / Después de muertos amarnos más, escribió como
bolero el cantautor para dedicárselo en
1954 a su esposa, como símbolo de indisoluble amor. La versión sentimental de
Julio Jaramillo, desde entonces registró notable proyección internacional, por
lo que fue bautizado artísticamente como “Mr. Juramento”.
POLITICAS DE FOMENTO CULTURAL
El Ministerio
Coordinador de Patrimonio ha delineado una política que considera a los bienes
culturales del Ecuador como un bien colectivo que siendo raíz, tradición y
espíritu de lo nacional, debe ser “ciudadanizado”, superando la visión
mercantilista y de élite del pasado. El gobierno busca
ciudadanizar los patrimonios para que el pueblo los conozca, se apropie, cuide,
y ejerza su derecho al disfrute. “Queremos llegar al corazón de las y los
ecuatorianos y sensibilizar su consciencia. El patrimonio no es un objeto
exterior a nosotros sino parte fundamental de la identidad, de nuestra dignidad
y orgullo nacionales, que son al mismo tiempo elementos de cohesión social”,
han expresado las autoridades.
"Hasta la Vuelta Señor" es la fonda quiteña de mayor tradición en la Capital. Se ubica en el Portal Arzobispal de la "Plaza de la Independencia". En la gráfica, de iz. a der.: Marco Bedoya, Gerente; Nicolás Fiallos, con 94 años, el más famoso cantautor vivo del Ecuador; Ana Lucía Ponce, y Wagner Abril, periodista, autor del proyecto "...de los inventarios del corazón", diseñado para recuperar y mantener la tradición musical del país. |
|
Estos afanes
coinciden con las nuevas políticas para una revolución cultural, diseñada por el Gobierno Nacional, y la designación de Quito como Capital Americana de la Cultura, el
amplio programa de actividades que planifica y ejecuta el Alcalde Augusto
Barrera para aprovechar el “acumulado simbólico” que ofrece la ciudad, y el
despertar popular para involucrarse en una gestión cultural que llega al
espacio público.En agosto, el "mes de las artes" la cultura en todas sus manifetaciones llega a todas las clases populares.
 |
La Plaza Grande es parte del universo cultural en la Capital. Artistas callejeros y grupos populares exhiben sus cualidaes artísticas en cada fin de semana. El jolgorio llega a la gente del pueblo. Es una forma efectiva de "ciudadanizar" la cultura.La foto muestra a una pareja de mujeres bailando un ritmo popular que ejecuta, al fondo, un conjunto musical de provincia. |
En los próximos meses, el Gobierno del Presidente Rafael Correa, designará al pasillo ecuatoriano como "Patrimonio de la Cultura Nacional". En forma inmediata, se coordinará con instituciones de Colombia y Venezuela, naciones en las que se cultiva el género del pasillo, para gestionar ante la UNESCO el reconocimiento del pasillo como "Patrimonio de la Cultura Universal".
Felicitaciones al Gobierno del Ecuador, a sus instituciones que fomentan la cultura y al Alcalde de Quito, Augusto Barrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario