viernes, 16 de agosto de 2013

PUEBLO, TRÓPICO Y EMOCIONES DEL ROMANTICO LATINO



EL PASILLO SERÁ PATRIMONIO NACIONAL DE LA CULTURA. PRONTO COMENZARÁN GESTIONES ANTE LA UNESCO PARA SU RECONOCIMIENTO UNIVERSAL.



Los cuestionamientos a la globalización y el renovado espíritu que anima los bicentenarios en América Latina, están despertando los adormecidos sentimientos de identidades nacionales. Resultados inequitativos para los países pobres, amenazadores índices de desempleo, agravamiento de la pobreza, peligroso deterioro del medio ambiente y creciente dominación cultural son algunas de las características que marcan la crisis económica de la moderna y conflictiva “aldea global”.

 
Ambato, a 130 kmts de Quito, es conocida como la Tierra de las Flores y de las Frutas. Algunas de las canciones más románticas surgieron de cantautores de esta bella ciudad, como Nicolás Fiallos, autor del pasillo "Te quiero, te quiero", dedicado a su esposa y "Pañuelo Blanco" de Fausto Galarza, en recuerdo de una enamorada. La foto muestra la bella Catedra de la ciudad, atractivo del turismo en la provincia.


 En orilla diferente a la dramática realidad impuesta por la internacionalización profunda de negocios, inversiones y cultura, el temperamental habitante urbano en cada país está construyendo con firmeza su identidad local. El 18 de abril es fecha para celebrar el patrimonio que forma parte de nuestra identidad. Recordemos que con la música folclórica que cruza la geografía regional y cientos de grupos que ofrecen innovadoras experiencias en danza contemporánea, sobrevive y empieza a magnificarse la música del romance. Se presenta como respuesta insuficientemente planificada de comunidades locales a exóticos géneros que fluyen avasalladoramente desde países altamente desarrollados, con el soporte de modernas innovaciones tecnológicas.

 En el ya centenario trayecto seguido por compositores, intérpretes, orquestas y empresarios de la industria musical de Bogotá, Buenos Aires, Quito o México, los nombres de cientos de figuras de canción protesta en América Latina, nueva trova cubana, agrupaciones de merengue, cumbia y salsa, felizmente todavía se venden junto a los de tangos, boleros, valses, rancheras y pasillos. Éstos, que mantienen el “filin” de los años cuarenta que surgió en Cuba, representan las experiencias emocionales de pueblos mestizos que muestran todavía sensibilidad y galantería con lo “romántico”, confrontando abiertamente con el distanciamiento amoroso y el inmediato abordaje sexual de lo moderno, sostiene un estudio de InterComunicación IC y Fundación PROMOSER.

Más allá de las variopintas ideologías, ofertas electorales y énfasis en las ventajas aparentes del libre mercado, lo que se configura hoy en esta parte del mundo es el renacer de la imaginación y “espíritu alocado” de sociedades que se niegan a dejar morir sus experiencias afectivas, identificando al individuo como sujeto histórico del perdurable sentimiento del amor, en contraposición al simple lucro y utilitarismo  de ahora, destaca el trabajo de nombre significativo “De los Inventarios del Corazón”. El ensayo vincula la necesidad de preservar el carácter romántico de las sociedades a conceptos modernos del mundo empresarial: responsabilidad social  corporativa, glocalización, imagen marca-país, y ejemplifica el carácter motivacional y patriótico que puede tener la música para impulsar a las sociedades en momentos de crisis.

Aun en los clásicos hay ejemplos que confirman el aserto: Sibelius con su obra Finlandia, Chopin y sus Polonesas y valses, o el uso revolucionario que el pueblo italiano brindó al coro “Va Pensiero” de la ópera verdiana Nabucco; en América Latina  hay canciones populares con ribetes nacionalistas y de insurgencia: Si se calla el cantor, las perennes melodías del argentino Piero; la internacional Hasta siempre Comandante, y las innumerables descripciones de los encantos del terruño que se ofrece en cada una de las naciones.

Como producto artístico y social, la música puede ser entendida, en las teorías del canadiense McLuhan, como capa protectora de los efectos perniciosos de la realidad virtual que está creando los vertiginosos avances tecnológicos, menciona InterComunicación.

EL JURAMENTO ETERNO


 
Julio Jaramillo Laurido  (JJ, Guayaquil, 1935) es el cantante ecuatoriano de mayor prestigio internacional. Su nacionalidad se disputa en seis países de Latinoamérica, en los que triunfó en las décadas de los sesenta hasta lo ochenta. Con su inimitable estilo pero seguido por varios jóvenes cantantes de Colombia, Ecuador y otros países, es recordado permanentemente en su terruño. En la foto, los también consagrados hermanos Danilo y Eduardo Miño Naranjo, con la figura en cera, tamaño natural de JJ, en restaurante Cochabamba, en San Antonio de Pichincha (Mitad del Mundo).


 En el campo de la música popular y romántica, Ecuador exhibe con el pasillo un trabajo paciente y silenciosamente elaborado. El renacer del género musical está en la raíz del pueblo que vivió entre ciudades apacibles y luminosas playas, seis décadas atrás, los procesos lentos del enamoramiento ahora en trance de eliminación. Con apenas media docena de sobresalientes intérpretes en costa y sierra, encabezados por los inigualables Julio Jaramillo (JJ) y Carlota Jaramillo, ya fallecidos, el pasillo forma parte esencial del patrimonio intangible del Ecuador.

 Al inmenso testimonio musical que dejó JJ, el “Ruiseñor de América”, en los países ribereños del Pacífico cantando boleros, valses, tangos, rancheras y pasillos, se unen corrientes de fuerte innovación. Una reciente producción del Instituto de Música Contemporánea de la Universidad San Francisco de Quito, busca para la interpretación de música ecuatoriana “desde el lenguaje contemporáneo del jazz  generar un mayor desarrollo creativo de las identidades musicales actuales”, según afirma la presentación discográfica de “Pasional”, magistralmente interpretado por la talentosa y joven Alexandra Cabanilla.

 Fallecido treinta y tres años atrás, los miles de seguidores del bohemio JJ en países con sociedades tan disímiles como México, Colombia y Argentina, hoy como ayer, recuerdan los versos de “Nuestro Juramento” del celebrado Benito de Jesús, creados en  el Viejo San Juan de Puerto Rico. Hemos jurado amarnos hasta la muerte / y si los muertos aman / Después de muertos amarnos más, escribió como bolero el cantautor para  dedicárselo en 1954 a su esposa, como símbolo de indisoluble amor. La versión sentimental de Julio Jaramillo, desde entonces registró notable proyección internacional, por lo que fue bautizado artísticamente como “Mr. Juramento”.

POLITICAS DE FOMENTO CULTURAL


 El Ministerio Coordinador de Patrimonio ha delineado una política que considera a los bienes culturales del Ecuador como un bien colectivo que siendo raíz, tradición y espíritu de lo nacional, debe ser “ciudadanizado”, superando la visión mercantilista y de élite del pasado. El gobierno busca  ciudadanizar los patrimonios para que el pueblo los conozca, se apropie, cuide, y ejerza su derecho al disfrute. “Queremos llegar al corazón de las y los ecuatorianos y sensibilizar su consciencia. El patrimonio no es un objeto exterior a nosotros sino parte fundamental de la identidad, de nuestra dignidad y orgullo nacionales, que son al mismo tiempo elementos de cohesión social”, han expresado las autoridades.








"Hasta la Vuelta Señor" es la fonda quiteña de mayor tradición en la Capital. Se ubica en el Portal Arzobispal de la "Plaza de la Independencia". En la gráfica, de iz. a der.: Marco Bedoya, Gerente; Nicolás Fiallos, con 94 años, el más famoso cantautor vivo del Ecuador; Ana Lucía Ponce, y Wagner Abril, periodista, autor del proyecto "...de los inventarios del corazón", diseñado para recuperar y mantener la tradición musical del país.




Estos afanes coinciden con las nuevas políticas para una revolución cultural, diseñada por el Gobierno Nacional, y la designación de Quito como Capital Americana de la Cultura, el amplio programa de actividades que planifica y ejecuta el Alcalde Augusto Barrera para aprovechar el “acumulado simbólico” que ofrece la ciudad, y el despertar popular para involucrarse en una gestión cultural que llega al espacio público.En agosto, el "mes de las artes" la cultura en todas sus manifetaciones llega a todas las clases populares.
La Plaza Grande es parte del universo cultural en la Capital. Artistas callejeros y grupos populares exhiben sus cualidaes artísticas en cada fin de semana. El jolgorio llega a la gente del pueblo. Es una forma efectiva de "ciudadanizar" la cultura.La foto muestra a una pareja de mujeres bailando un ritmo popular que ejecuta, al fondo, un conjunto musical de provincia.
En los próximos meses, el Gobierno del Presidente Rafael Correa, designará al pasillo ecuatoriano como "Patrimonio de la Cultura Nacional". En forma inmediata, se coordinará con instituciones de Colombia y Venezuela, naciones en las que se cultiva el género del pasillo, para gestionar ante la UNESCO el reconocimiento  del pasillo como "Patrimonio de la Cultura Universal". Felicitaciones al Gobierno del Ecuador, a sus instituciones que fomentan la cultura y al Alcalde de Quito, Augusto Barrera.



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