PRESENTACIÓN:
Siempre he considerado a la comunicación (superando las limitaciones del periodismo tradicional) como disciplina compleja y multidisciplinaria. En 1967 aprendí en la Escuela de Periodismo de la UC que las palabras son "entidades síquicas". Son más que fonemas; se ha comprobado luego que tienen efectos en conductas y comportamientos. Este trabajo que se publicó originalmente en 2012, en Visión Internacional, fue íntegramente planificado y redactado por el periodista Wagner Abril F. El reportaje participó en agosto de 2014, en el primer concurso mundial de periodismo Premios Globales a la Excelencia de la Cumbre Mundial de Medios (CGM), en China, de significación para los países en desarrollo .
He proseguido con las investigaciones sobre el tema, juntándolas con las visiones de la Economía Política de la Comunicación y afines. Considero que el periodista, principalmente de Ecuador y de América Latina, debe abandonar la posición cómoda de transmisor de noticias para subir al árbol y mirar el bosque. Y aún más allá!. Mi idea es ayudar a mi país y a la región.
Creo que hay que ser algo más que profesional y curioso. El mundo de ahora lo exige. Su opinión y sugerencias serán de importancia para futuros trabajos de investigación. Gracias!.
Mucha agua y preocupaciones han corrido bajo los puentes en los prolongados trámites y debates para aprobar la Ley de Comunicación en la Asamblea Nacional del Ecuador. Cargamentos de tinta de la prensa escrita, espacios en televisión y radio, sobre todo esfuerzos y recursos de los bandos contendientes se han consumido en más de dos años de discusiones. En el medio, la sorprendida población ha contemplado las respectivas intervenciones y réplicas sin dimensionar los alcances de los argumentos del Gobierno de Rafael Correa y legisladores oficiales como aquellos planteados por los medios de comunicación privados y grupos alineados con sus posturas.
El proyecto de Ley es tramitado en la legislatura,
quiere asegurar el ejercicio de los derechos de la comunicación, la información
y la libertad de expresión para fortalecer la participación ciudadana, y espera
ser aprobado inmediatamente. Así, se busca garantizar principios y derechos que
en lo relacionado con el ejercicio de la profesión periodística deben respetar
las normas constitucionales de verificación,
oportunidad, contextualización y contrastación para la difusión de información
que tenga interés general.

Un documento oficial precisó la necesidad de comprender el significado de la comunicación en sus múltiples y trascendentes dimensiones, formas, modos, espacios, funciones e implicaciones en el desarrollo humano y de las sociedades, porque “…es interacción, producción de sentidos, mediación social y cultural y, por tanto, es multidimensional”. En tanto derecho es propio de la esencia humana y del relacionamiento en la sociedad, y como disciplina social es un complejo de componentes científicos, filosóficos, políticos, epistemológicos, tecnológicos y técnicos, se dijo.

Más allá de lo que muestran las imágenes y las palabras en el trajín noticioso cotidiano, las tareas de la comunicación ¿deben considerar otros factores? ¿Existen mecanismos que articulan la información (noticias y columnas de opinión) en los procesos de desarrollo económico y social que buscan las naciones?
A partir de la experiencia ecuatoriana, este trabajo
es una aproximación a los debates que se darán insistentemente sobre la
importancia de la comunicación en cada país, en la medida que se profundice la
internacionalización de los diversos ámbitos de la economía, afecten
peligrosamente los ecosistemas y aumente el poder de las corporaciones
globales.
OPINIONES EN TOMA Y DACA
Para terminar con los aparentes abusos de la “prensa
corrupta”, el Presidente Correa incluyó en la consulta popular de mayo del
pasado año una pregunta sobre la aprobación inmediata de una Ley que crea un Consejo de Regulación para normar
la difusión de contenidos en los medios de comunicación que contengan mensajes
de violencia, explícitamente sexuales o discriminatorios. La consulta incorporó
también el establecimiento de criterios de responsabilidad ulterior para
El referendo fue favorable al gobierno nacional con
estrecho margen, pero suficiente para impulsar con fuerza las reformas que
incluyeron prohibiciones para que personas ajenas a la actividad de la
comunicación y con intereses económicos sean accionistas de empresas privadas
de comunicación con alcance nacional.
Las mayores preocupaciones para la prensa, radio,
televisión y revistas comerciales estuvieron
en rebatir las propuestas oficiales para penalizar los delitos de
opinión y la responsabilidad ulterior de periodistas y medios, definida como
“la obligación que tiene toda persona de asumir las consecuencias jurídicas,
administrativas, civiles y penales posteriores a difundir, a través de los
medios de comunicación, todo tipo de contenido que lesione derechos humanos, la
reputación, el honor, buen nombre de las personas y la seguridad del Estado, de
acuerdo a lo que establece la Constitución”.
El escenario ha marcado un espacio con situaciones inéditas para el ejercicio del periodismo en Ecuador y es antecedente para otros países y foros internacionales. Voceros políticos de la oposición han mencionado que la intención gubernamental es el control de los medios, atentando contra normas de derechos humanos contemplados en la Constitución, inclusive en tratados internacionales suscritos por el país.
El escenario ha marcado un espacio con situaciones inéditas para el ejercicio del periodismo en Ecuador y es antecedente para otros países y foros internacionales. Voceros políticos de la oposición han mencionado que la intención gubernamental es el control de los medios, atentando contra normas de derechos humanos contemplados en la Constitución, inclusive en tratados internacionales suscritos por el país.
Las posiciones defensivas de los medios comerciales asumieron
Fundamedios y la Unión Nacional de Periodistas, con críticas al discurso oficial entendido como de
agresión a la prensa y los intentos del Consejo de Regulación para juzgar las
tareas periodísticas.
En el trayecto tuvieron relevancia el enjuiciamiento
propuesto por el Presidente ecuatoriano al columnista de El Universo, Emilio
Palacio, por supuestas injurias y daño moral y a tres de sus directivos, y a
los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, por aparentes
acusaciones contra el Mandatario publicadas en el libro El Gran Hermano. Además
de prisión, las indemnizaciones reclamadas en millones de dólares merecieron
duros reparos. Los líos jurídicos terminaron parcialmente en febrero pasado con
sentencias favorables al Mandatario ecuatoriano y su decisión de perdonar sin
olvidar.
Los diarios anticiparon
su calificación al proyecto gubernamental de “Ley Mordaza”, acusaron al
Presidente de intentar acallar las voces disidentes y ejercitar el poder con
prepotencia.
Desde el inicio de su mandato, Rafael Correa formuló
graves críticas a la prensa nacional por no actuar “en función del bien común,
hacer política descaradamente y
desinformar según sus intereses”. En forma reiterada, el Presidente ha enfilado
duros calificativos al periodismo nacional, siempre salvando las excepciones,
tachándola por hacer política escondida en un tintero y asesinar honras y
dignidades. Las cadenas radiofónicas que emite cada sábado el Gobierno han
servido para aclarar en unos casos y desvirtuar en otros, las publicaciones que
sobre su gestión se publican en prensa, radio y televisión nacional, con
resultados hasta ahora favorables en la opinión ciudadana. En los afanes oficiales
comienza a tener real importancia el soporte informativo de medios públicos que
ha conformado con varios periódicos, radiodifusoras y canales de televisión.
Al final, los debates sobre el ejercicio informativo
de los medios de prensa han servido, tanto
para fijar las posiciones oficiales en los ámbitos de las tareas
cumplidas como para que periódicos, canales de televisión, radiodifusoras y
revistas del país efectúen reflexivas autocríticas al amparo de precisamente las
libertades de opinión y de prensa. Los grupos de población han empezado a tomar
conciencia de la trascendencia que tienen los procesos de comunicación en la
construcción de sociedades que aspiran, más allá de los resultados electorales,
a legitimar sus aspiraciones tomando parte en la producción de la riqueza
nacional.
DERECHO HUMANO A LA INFORMACIÓN
Artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del “Pacto de San José” señalan que todo individuo tiene el derecho de “investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas”. Al fortalecer la participación ciudadana en la construcción de la democracia, este derecho trasciende las formalidades legales y convierte a la información en factor indispensable del ser humano para tomar las decisiones correctas y oportunas.
Los cambios sustantivos propuestos en Ecuador para
las tareas informativas provocaron inmediatas reacciones en organismos
internacionales. Además de Cuba, en donde las restricciones a la prensa
nacieron con el gobierno que asumió a comienzos de los sesenta, las reformas en
legislaciones de varios países con tendencia de izquierda: Argentina, Bolivia,
Nicaragua y Venezuela, ponía en el centro de la atención pública al periodismo
ya no como simple mediador del hecho noticioso en cada día sino como sujeto actuante
de la búsqueda de progreso y auténtico bienestar de los pueblos. En la idea de estos gobiernos, la prensa, en
primera línea, deben ser co-protagonistas de los respectivos dramas nacionales
que experimentaban millones de personas que anidan en la pobreza o emigran en
busca de empleo, como producto del atraso en el que por décadas les habían
sumido las políticas neoliberales.
Las alertas encendieron la Sociedad Interamericana
de Prensa (SIP), que en varias ocasiones criticó las duras posiciones oficiales
del Gobierno de Rafael Correa contra los medios ecuatorianos, expresando
temores por el eventual carácter restrictivo que tendría la Ley de Prensa, en tanto
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió en Washington a
sendas delegaciones que expusieron los respectivos argumentos. En el evento, la
prensa reclamó por las adjetivaciones
presidenciales y solicitaron el desistimiento de los procesos contra los
periodistas mientras altos voceros gubernamentales defendieron el record del Presidente Correa
en materia de derechos humanos y libertad de expresión y hablaron del
“linchamiento mediático” al que se había sometido al gobierno.
Otras agrupaciones también formularon sus
objeciones. Amnistía Internacional pidió a Rafael Correa y a otros mandatarios
de la Región priorizar la libertad de
expresión y Reporteros sin Fronteras expresó su aspiración de resolución de las
disputas legales, recordando que Ecuador había adherido a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. La sorpresa mayor fue la carta dirigida a
fines de febrero por un grupo de notables escritores de renombre internacional
y varios ecuatorianos en rechazo a lo que denominaron “persecución de los periodistas”.
Estos fuegos artificiales seguramente despertaron
emociones en los múltiples escenarios que se habían construido alrededor de los
recientes debates sobre las libertades primeras del individuo y la
colectividad: de pensamiento, de expresión y de prensa, pero resultan insuficientes
para cubrir los impactos psicosociales de corrientes subterráneas que se
originan en las tareas comunicacionales.
ÉTICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
Como en otras latitudes, el andamiaje ecuatoriano de
la comunicación ha desenvuelto sus labores informativas ejerciendo los clásicos
papeles de “perro guardián”, defensora de
intereses ciudadanos, contrapoder frente a excesos del poder estatal, instrumento de desarrollo que promueve causas
nacionales y propician el desarrollo económico y social y, en varias oportunidades,
también como actor político para la caída de varios mandatarios.
Otros papeles relevantes ha cumplido en conflictos
fronterizos con Perú, encauzando el espíritu patriótico popular y los recursos
técnicos, económicos y humanos. En general, la prensa ha sido considerada como fuerza moral de la
ciudadanía.
En el reverso de medalla, el análisis de la
estructura informativa del Ecuador como otras de la Región, revela fisuras y
vacíos en el cumplimiento de su moderna tarea de informar, orientar, educar,
motivar y distraer. En las realidades sociales del país y la Región, desde el
examen de las condiciones de atraso y pobreza de grandes masas de población,
junto a la característica de
inestabilidad política, es posible establecer relaciones que ameritan
replanteamientos de los modelos de comunicación necesarios para naciones que
necesitan salir del subdesarrollo.
Otras miradas ofrecen perspectivas diferentes sobre
un tema que, si bien es controversial y
resulta apasionante, provoca mayores
reflexiones.
La Plataforma de
Responsabilidad Social PRS, con asiento en Quito, es una coalición de organizaciones de la sociedad civil
ecuatoriana que busca contribuir al ejercicio de la responsabilidad social en
instancias públicas y privadas del Ecuador. Su titular, Tania Acosta Hurtado, economista y ejecutiva de la
Universidad Tecnológica Ecuatoriana, en el marco de los principios de la
organización que representa: gestión ética y responsable, calidad de servicios
y comunicación responsable, considera que el derecho a la libertad de expresión
es la base de la democracia.
Este derecho debe ejercerse con ética,
transparencia, objetividad, veracidad e imparcialidad, afirma Acosta Hurtado, de
manera que, aunque sea considerada como utopía, debe ser la pauta para el
ejercicio de un periodismo ético, con competencia comunicativa que se refleje
en los medios de comunicación colectiva. Éstos deben estar sujetos a una
regulación para que cumplan su función con calidad y en beneficio de la comunidad
local, nacional y global, asumiendo responsabilidades que van más allá del
cumplimiento de la Ley, normas de conducta y el respeto a los derechos humanos.
CIESPAL: NO SON TODOPODEROSOS
La dimensión académica de la comunicación examina
Fernando Checa Montufar, actual Director General del Centro Internacional de
Estudios Superiores de Periodismo para América Latina CIESPAL. La cuestión
fundamental para cualquier ley es que haya comunicación, dialogal y biunívoca.
Lo que acontece en Ecuador y el mundo, señala el experto, es que los medios no
son de comunicación sino de información. En muchos casos, en América Latina y
en forma creciente en el mundo, la tendencia es a la concentración y monopolio.
Comenta sobre la concentración mediática en
Latinoamérica, con monopolización de propiedad, audiencias y mercado: más del
80% de audiencias están relacionadas con sólo cuatro empresas grandes que
mantienen vinculación con medios, industria cultural y contenidos. Una ley debe
fijar las condiciones necesarias,
objetivas y subjetivas, para democratizar la comunicación, afirma.
En Ecuador el grado sube a casi el 82 por ciento y en
el mundo está ocurriendo algo similar. Los procesos de desregulación de Europa
apuntan en esta dirección aunque se advierte todavía una gran fortaleza de los
medios públicos. Ahora los medios privados están prevaleciendo también en la
concentración de la propiedad.
La ley que se aprobará en Ecuador busca democratizar el espectro radioeléctrico, prosigue Checa Hurtado. El 33 serán medios privados, otra cifra igual será de medios públicos que no corresponden al gobierno central sino a otros entes de la sociedad: organismos seccionales, universidades, casa de la cultura y sus delegaciones, etc., que pueden contribuir con el 34 por ciento de medios comunitarios a diversificar las voces y las palabras.
Sobre la influencia de los medios informativos en
las decisiones colectivas e individuales que se toman en el mercado,
comprobadas progresivamente con otras ciencias, desde su larga experiencia
profesional considera factible “hasta cierto punto”. A su juicio, en esta línea
van los artículos de la ley en trámite
sobre los “Principios Deontológicos”, referidos a los deberes y derechos de las
personas que intervienen en el proceso comunicacional: dignidad humana, grupos de atención prioritaria (niños y
adolescentes), ejercicio profesional y prácticas de los medios de comunicación
social y otros fundamentales.
Estima que la información y todos los mensajes que
se transmiten por los canales informativos tienen gran incidencia en la mal
llamada opinión pública, en cómo pensamos y nos imaginamos nosotros mismos, es
decir la identidad; en la forma como representamos mentalmente al mundo. No son
todopoderosos, porque lo que dice la televisión no convence automáticamente a todos, pero tienen un gran
poder, enfatiza.
En su opinión, la polarización entre gobierno
central y medios privados se genera en el conocimiento de que dominar la
circulación de sentidos masivos que se dan a través de los grandes medios es
muy importante. Pero los medios no son omnímodos ni todopoderosos, porque ahora
hay otros relatos sociales que compiten con estos discursos mediáticos que se
dan en la cotidianidad. Hay un nuevo actor que cada vez adquiere mayor fuerza
que son las redes sociales, a las que el experto prefiere llamarlas “redes de
sociabilidad on line”.
Preguntado sobre las necesidades de la Región para dar
pasos gigantescos que acorten distancias en los niveles de desarrollo frente a
las naciones avanzadas, propone Fernando Checa impulsar la ciencia y tecnología
través de políticas que asignen montos del Producto Interno Bruto (PIB) a estos
rubros. “Hay avances en el país para capacitar a jóvenes en varias disciplinas
técnicas, de manera de enfrentar los retos del desarrollo. La Secretaría
Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT) tiene programas que van en esta
dirección”, afirma.
Menciona un aspecto que resulta inédito en la
historia ecuatoriana. Como acertada política del Gobierno Nacional, que
involucra también a CIESPAL, el organismo técnico ha incorporado dentro de la
ciencia y tecnología también a las ciencias sociales, lo que permitirá
“entendernos como sociedad”. Ahora, con mayores recursos se procurará formar
especialistas en estos ámbitos.
Entre las opiniones debatidas sobre la comunicación,
en los últimos años se ubicó la relacionada con el “estado de opinión” formado
con los flujos de noticias y opiniones que publican los medios de información.
En su forma de ver el tema, los medios de comunicación contribuyen
sustancialmente a la formación de la opinión pública, que puede ser favorable o
desfavorable para las partes. Cree que hay una guerra de sentidos en el país
entre el gobierno ecuatoriano y los medios privados, que compiten con otros
“espacios mediacionales” de la cotidianidad, aunque en Ecuador el contacto
físico todavía es importante.
CONSUMISMO - BUEN VIVIR
Experimentado en políticas empresariales modernas y
competitivas, ex Director de Oficina de
Promoción de Negocios en España y profesor universitario, Santiago García
Álvarez es observador agudo de la imbricación entre los procesos de comunicación y el desarrollo económico.
Ecuador estableció en su Constitución, aprobada por
mayoría en el 2008, una nueva visión de organización social fundamentada en el
Sumak Kawsay o Buen Vivir, que a su vez implica la vigencia de equilibrios
económicos, sociales y ambientales en el marco de una sociedad plurinacional y
diversa, afirma. La comunicación social no puede ni debe estar por fuera de
estos grandes objetivos nacionales, si no que se convierte en un eje
articulador de gran calado. Puesto que
esta visión de desarrollo es en realidad un paradigma a construir en el largo
plazo, la comunicación social debería aportar en la difusión, análisis,
revisión y crítica de los procesos que acompañan este devenir histórico. Se
trata de una misión especial para la comunicación social no sólo para informar,
sino también para analizar y criticar las circunstancias coyunturales y
estructurales. La historia lo demuestra, el desarrollo socio-económico es una
construcción histórica y social, más que individual y casual.
Sobre la aplicabilidad de un modelo de comunicación
válido para países de alto nivel de consumo en sociedades atrasadas y con bajo
nivel tecnológico, García Álvarez sostiene que actualmente existe una fuerte crítica al
consumismo, debido a su profunda “huella ecológica” que compromete seriamente
los recursos y la vida del planeta. Técnicamente esta “huella” mide la cantidad
de recursos que demandan las actividades humanas en relación a la capacidad
biológica disponible en el planeta. En palabras sencillas, los actuales niveles
de consumo desbordan la oferta actual de tierra productiva y agua disponible en
el planeta.
Por tanto, concluye, un modelo de comunicación muy
centrado en las necesidades y cultura de los países desarrollados
definitivamente no es compatible con las necesidades de sociedades de los
países en desarrollo. Peor aún en el
caso ecuatoriano, cuya visión es el sumak kawsay o buen vivir, que obliga al
respeto de la “pacha mama” (naturaleza), la equidad social y el consumo
responsable. La alternativa es implementar un modelo de comunicación más
centrado en lo social, ambiental y derechos humanos. Muchos ciudadanos pensamos
que sí es posible.
PERIODISMO, ¿PROFESIÓN DE LO
IMPOSIBLE?
Con largueza, el periodismo rebasa el simple relato
de diarios acontecimientos. Es parte de la difícil profesión de comunicar a la
sociedad, cada minuto de cada día, sobre el
diario acontecimiento.
Como si fueran icebergs, las sociedades se mueven
con rapidez entre las marejadas de la información mundial. Cabalgan sobre las
olas de variados géneros periodísticos. Las partes salientes de noticias y
opiniones semejan catedrales, pero ocultan debajo masas gigantescas y
enigmáticas de significación trascendente.
Unos ejemplos servirán para ilustrar la
extraordinaria importancia que tiene el cerebro como órgano rector de emociones
y comportamiento humano que reacciona a los estímulos externos, en gran parte
información de variado tipo, según los hallazgos científicos que las
denominadas neurociencias van confirmando.
Dos especialistas, la doctora Sandra Aamodt, editora
de Nature Neurocience, y el neurólogo Sam Wang afirman categóricamente “Tu
cerebro miente”, en su obra “Entra en tu cerebro”. Describen varios
experimentos efectuados por científicos y especialistas del más alto nivel que ilustran
la percepción de una fracción de lo que sucede en el mundo complejo de la
actualidad, en el que el cerebro se ve obligado a tomar atajos y a hacer muchas
suposiciones.
Una laureada periodista investigadora de las
ciencias, Sharon Beagley, cuenta entre muchas la interesante historia de la
neurocientífica Helen Neville, quien inspira los trabajos con el lema de su Universidad –Oregon, EE.UU-, “Mens Agitat Molen”:
las mentes mueven montañas. “Prácticamente todos los sistemas cerebrales que
conocemos –los visuales, auditivos, de atención y del lenguaje- están
significativamente moldeados por la experiencia, y eso es lo que yo denomino
neuroplasticidad”. Neville advierte a quienes deciden en la política y generan información,
“que si las personas supieran más sobre el cerebro, el mundo sería un lugar
mejor. Hemos realizado algunos descubrimientos que nos motivan a pedirles a
quienes elaboran las leyes que destinen más recursos a la educación de los
niños. Las personas que detentan el poder pueden decir que la genética
dictamina las características del cerebro y la forma en que se desarrolla, pero
estamos mostrando que no es así”.
Desde las funciones cerebrales, todas las
actividades humanas tienen la directa influencia del órgano que aloja a cien
mil millones de neuronas, forman un total de aproximadamente 100 billones de
conexiones y llega a pesar, en el momento de mayor desarrollo (25 años)
alrededor de 1800 gramos. Más que otros, los campos de los negocios y los
mercados son influenciados claramente por el poder de la comunicación especializada
y las múltiples herramientas disponibles, que intentan usar la mayor capacidad
de cerebro y mente en función de sus intereses.
Esta relación se magnifica con los avances de las
tecnologías aplicadas a los procesos de producción de bienes y servicios para
dinamizar las economías en los países. Los vínculos se van cerrando alrededor
del consumismo que se planifica en los grandes centros financieros, objetivo
para el cual se articulan también las expresiones de la cultura y los deportes.
Autores de reciente data, como Zygmunt Bauman, Morris Berman y Frederic Martel,
que analiza el surgimiento de los fenómenos de masas, entre muchos, descubren
algunos entretelones. Éste último explica los avances de la “Cultura
Mainstream” en el planeta y proclama “La guerra mundial de los contenidos ha
comenzado”, con predominio de las potencias económicas y la débil participación
de algunos pocos países de Latinoamérica.
Tras los espesos cortinajes están las más
sofisticadas operaciones de la comunicación, siempre al servicio del desarrollo
que todavía se mide únicamente con los indicadores clásicos de la economía. En estos
juegos están inimaginables temas.
Desde el apasionado beso que determina el movimiento de 36 músculos del rostro y dispara al organismo tres hormonas, la caída de los precios del petróleo en los mercados a causa de un par de titulares positivos en los periódicos, las maliciosas tramas y crudas escenas de algunas telenovelas -algunas de las cuales han sido suspendidas por considerárselas incitadoras de pornografía y violencia-, hasta las investigaciones de grandes firmas para determinar las compulsiones psicológicas de los consumidores que permitan crear alimentos basados en las reacciones viscerales, son motivo de grandes inversiones y trabajos de especialistas para producir artículos y servicios que despierten la atención de los consumidores.
En el 2008 se disparó la actual crisis financiera desde
Estados Unidos, que ha superado fronteras y expectativas. Inmediatamente en
este país evocaron, expertos y prensa, la “gran depresión” sufrida a finales de
los años treinta, originando la caída espectacular de los negocios; a comienzos
del siguiente año, una importante autoridad de la economía norteamericana dijo
que apreciaba signos vitales en las inversiones del país, con la frase “brotes
verdes” (green shoots). Al poco tiempo los medios publicaron noticias con la
positiva expresión, dando lugar al aumento inusitado de la confianza de los
hombres de negocios.
Los mismos ámbitos recorren los estudios que
informan sobre riesgos de mirar series
populares de televisión, de peligros implícitos de los videos juegos, las
cargas emocionales de imágenes y sonidos, todos los cuales sirven para
construir sentidos e inducir comportamientos.
Las ciencias demuestran que el conocimiento –y no la
información- es la mercancía con mayor valor de uso económico para mercados que imponen las
innovaciones. La nueva revolución “industrial” con las tecnologías de la
inteligencia sustenta una economía que se fundamenta en el capital,
conocimiento y poder, impermeables para los países pobres al menos en los
niveles superiores. En estos ámbitos desempeñan sus labores cotidianas los
comunicadores-periodistas que ocupan pantallas y micrófonos para transmitir los
hechos de la realidad en cada día y noche (ver Visión septiembre 2010).

ATISBAR EL FUTURO
Si los economistas discuten sobre la globalización,
los politólogos sobre la supra nacionalización de la política y los gobiernos
pretenden conservar identidades nacionales, la interrogación del presente para
atisbar el futuro de la llamada sociedad mundial desde la teoría de los medios,
es también una necesidad. No hacerlo es conspirar contra la supervivencia de Ecuador
y la sociedad planetaria.
Hay grandes razones para concretar propuestas útiles
y levantar agendas sociales desde y con la comunicación profesional. Las
realidades de Latinoamérica -y también
de otras regiones- imponen una “globalización ascendente”, que incorpore las
voces y culturas de las periferias, aladeando la ortodoxia del mercado,
señalaron entendidos en materias de cultura e identidad, a fines de los noventa.
El servicio público como principio rector de la comunicación se pierde en la rápida concentración de monopolios mediáticos,
convirtiéndose en el sector más estratégico de la economía planetaria.
El examen desapasionado y multidisciplinar del
fenómeno comunicacional encuentra en otras ciencias: psicolingüística,
sociología, semiótica, antropología y economía, la mejor ayuda para
diseccionarla y tratar de comprenderla desde sus interiores. Este horizonte
consagra como indispensable el nivel más alto de profesionalización del
periodista, con especialización en ciencias duras y ciencias sociales.
Si los tres principales problemas de la economía
son: qué producir, cómo producir y para quién producir, es inteligente y
legítimo plantear las mismas interrogantes a la comunicación moderna,
principalmente porque los cada día más escasos recursos naturales y el
acelerado “progreso”, anticipan serios problemas en el futuro inmediato. El
informe de Nicholas Stern, experto del más alto nivel de credibilidad, debería ser
tomado como elemento de análisis, conjuntamente con otros de similar contenido,
para la formulación de nuevos modelos de comunicación. La mayor parte de
gobiernos, partidos políticos, instituciones públicas y medios privados de
comunicación, los han omitido. ¿Abulia, ignorancia o deliberado ocultamiento?
Las previsiones de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) se cumplen, el planeta tierra
dispone de agua hasta el 2023. Los anuncios de organismos relacionados con el
derecho a la alimentación de la ONU, indican que la seguridad alimentaria
peligra en 29 países, coincidentes con los de expertos norteamericanos sobre el
aumento de posibilidades de que se
propague una crisis global de alimentos.
Qué pasaría si la mass media nacional y regional,
por la obligación de actuar con ética y responsabilidad social, pudiese
contextualizar el mayor porcentaje de información con estos y otros datos, como
el relacionado con el crecimiento poblacional? Las ideologías y organizaciones
políticas todavía no ofrecen respuestas contundentes.
Si la democracia es el resultado de sanas discusiones para los acercamientos, ahora es el momento para vigorizar la participación ciudadana en Ecuador. Y en la necesidad de ofrecer transparencia al público sobre los procesos y los efectos de la comunicación, la de ahora puede ser oportunidad para que los legisladores del país de la mitad del mundo brinden un plausible ejemplo al mundo.
Desde luego, éstos y cientos de otros factores
tienen que reflejarse en la obligada exigencia de capacitación profesional para
los comunicadores profesionales.- FIN DE ARTÍCULO
NOTA: (Las imágenes y fotos aquí utilizadas son diferentes de las publicadas por revista VISIÓN. Desde su difusión, mucha agua ha corrido bajo el puente. La Ley Orgánica de Comunicación (LOC) fue aprobada en junio del 2013. De frente a los hechos del mundo, dramáticos casi todos y previsiblemente con impactos negativos, se advierte la conveniencia de evaluar las tareas que cumplen los medios de comunicación. Y la tarea corresponde, en buena parte, a "nuevos lectores")
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