martes, 4 de noviembre de 2014

IDEOLOGIAS Y PALABRAS, MÁS ALLÁ DE UNA LEY DE COMUNICACIÓN

PRESENTACIÓN:

Siempre he considerado a la comunicación (superando las limitaciones del periodismo tradicional) como disciplina compleja y multidisciplinaria. En 1967 aprendí en la Escuela de Periodismo de la UC que las palabras son "entidades síquicas". Son más que fonemas; se ha comprobado luego que tienen efectos en conductas y comportamientos. Este trabajo que se publicó originalmente en 2012, en Visión Internacional, fue íntegramente planificado y redactado por el periodista Wagner Abril F. El reportaje participó en agosto de 2014, en el primer concurso mundial de periodismo Premios Globales a la Excelencia de la Cumbre Mundial de Medios (CGM), en China, de significación para los países en desarrollo .

He proseguido con las investigaciones sobre el tema, juntándolas con las visiones de la Economía Política de la Comunicación y afines. Considero que el periodista, principalmente de Ecuador y de América Latina, debe abandonar la posición cómoda de transmisor de noticias para subir al árbol y mirar el bosque. Y aún más allá!. Mi idea es ayudar a mi país y a la región.

Creo que hay que ser algo más que profesional y curioso. El mundo de ahora lo exige. Su opinión y sugerencias serán de importancia para futuros trabajos de investigación. Gracias!.



 
























Wagner Abril F.
 Corresponsal en Ecuador


Mucha agua y preocupaciones han corrido bajo los puentes en los prolongados trámites y debates para aprobar la Ley de Comunicación en la Asamblea Nacional del Ecuador. Cargamentos de tinta de la prensa escrita, espacios en televisión y radio, sobre todo esfuerzos y recursos de los bandos contendientes se han consumido en más de dos años de discusiones. En el medio, la sorprendida población ha contemplado las respectivas intervenciones y réplicas  sin dimensionar los alcances de los argumentos del Gobierno de Rafael Correa y legisladores oficiales como aquellos planteados por los medios de comunicación privados y grupos alineados con sus posturas.
El proyecto de Ley es tramitado en la legislatura, quiere asegurar el ejercicio de los derechos de la comunicación, la información y la libertad de expresión para fortalecer la participación ciudadana, y espera ser aprobado inmediatamente. Así, se busca garantizar principios y derechos que en lo relacionado con el ejercicio de la profesión periodística deben respetar las normas constitucionales de verificación, oportunidad, contextualización y contrastación para la difusión de información que tenga interés general. 
Como aspecto de fondo en las intencionalidades del gobierno para dar voz y presencia en la Ley a grupos de población que a juicio de Rafael Correa, han sido largamente postergadas de los espacios noticiosos, se contempla la entrega de un 33 por ciento de frecuencias de radio y televisión a entidades y asociaciones populares, principalmente del campesinado y sector  indígena. De esta forma espera consolidar la visión de país pluricultural y multiétnico para concretar el “sumak kawsay” o buen vivir.

 Un documento oficial precisó la necesidad de comprender el significado de la comunicación en sus múltiples y  trascendentes dimensiones, formas, modos, espacios, funciones e implicaciones en el desarrollo humano y de las sociedades, porque “…es interacción, producción de sentidos, mediación social y cultural y, por tanto, es multidimensional”. En tanto derecho es propio de la esencia humana y del relacionamiento en la sociedad, y como disciplina social es un complejo de componentes científicos, filosóficos, políticos, epistemológicos, tecnológicos y técnicos, se dijo. 
 
Más allá de lo que muestran las imágenes y las palabras en el trajín noticioso cotidiano, las tareas de la comunicación ¿deben considerar otros factores? ¿Existen mecanismos que articulan la información (noticias y columnas de opinión) en los procesos de desarrollo económico y social que buscan las naciones?
A partir de la experiencia ecuatoriana, este trabajo es una aproximación a los debates que se darán insistentemente sobre la importancia de la comunicación en cada país, en la medida que se profundice la internacionalización de los diversos ámbitos de la economía, afecten peligrosamente los ecosistemas y aumente el poder de las corporaciones globales.

OPINIONES EN TOMA Y DACA  
Para terminar con los aparentes abusos de la “prensa corrupta”, el Presidente Correa incluyó en la consulta popular de mayo del pasado año una pregunta sobre la aprobación inmediata de una Ley  que crea un Consejo de Regulación para normar la difusión de contenidos en los medios de comunicación que contengan mensajes de violencia, explícitamente sexuales o discriminatorios. La consulta incorporó también el establecimiento de criterios de responsabilidad ulterior para
los comunicadores y los medios emisores.
El referendo fue favorable al gobierno nacional con estrecho margen, pero suficiente para impulsar con fuerza las reformas que incluyeron prohibiciones para que personas ajenas a la actividad de la comunicación y con intereses económicos sean accionistas de empresas privadas de comunicación con alcance nacional.
Las mayores preocupaciones para la prensa, radio, televisión y revistas comerciales estuvieron  en rebatir las propuestas oficiales para penalizar los delitos de opinión y la responsabilidad ulterior de periodistas y medios, definida como “la obligación que tiene toda persona de asumir las consecuencias jurídicas, administrativas, civiles y penales posteriores a difundir, a través de los medios de comunicación, todo tipo de contenido que lesione derechos humanos, la reputación, el honor, buen nombre de las personas y la seguridad del Estado, de acuerdo a lo que establece la Constitución”. 

El escenario ha marcado un espacio con situaciones inéditas para el ejercicio del periodismo en Ecuador y es antecedente para otros países y foros internacionales. Voceros políticos de la oposición  han mencionado que la intención gubernamental es el control de los medios, atentando contra normas de derechos humanos contemplados en la Constitución, inclusive en tratados internacionales suscritos por el país. 
Las posiciones defensivas de los medios comerciales asumieron Fundamedios y la Unión Nacional de Periodistas, con críticas  al discurso oficial entendido como de agresión a la prensa y los intentos del Consejo de Regulación para juzgar las tareas periodísticas.
En el trayecto tuvieron relevancia el enjuiciamiento propuesto por el Presidente ecuatoriano al columnista de El Universo, Emilio Palacio, por supuestas injurias y daño moral y a tres de sus directivos, y a los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, por aparentes acusaciones contra el Mandatario publicadas en el libro El Gran Hermano. Además de prisión, las indemnizaciones reclamadas en millones de dólares merecieron duros reparos. Los líos jurídicos terminaron parcialmente en febrero pasado con sentencias favorables al Mandatario ecuatoriano y su decisión de perdonar sin olvidar.
Los diarios  anticiparon su calificación al proyecto gubernamental de “Ley Mordaza”, acusaron al Presidente de intentar acallar las voces disidentes y ejercitar el poder con prepotencia.
Desde el inicio de su mandato, Rafael Correa formuló graves críticas a la prensa nacional por no actuar “en función del bien común, hacer política descaradamente  y desinformar según sus intereses”. En forma reiterada, el Presidente ha enfilado duros calificativos al periodismo nacional, siempre salvando las excepciones, tachándola por hacer política escondida en un tintero y asesinar honras y dignidades. Las cadenas radiofónicas que emite cada sábado el Gobierno han servido para aclarar en unos casos y desvirtuar en otros, las publicaciones que sobre su gestión se publican en prensa, radio y televisión nacional, con resultados hasta ahora favorables en la opinión ciudadana. En los afanes oficiales comienza a tener real importancia el soporte informativo de medios públicos que ha conformado con varios periódicos, radiodifusoras y canales de televisión. 

Al final, los debates sobre el ejercicio informativo de los medios de prensa han servido, tanto  para fijar las posiciones oficiales en los ámbitos de las tareas cumplidas como para que periódicos, canales de televisión, radiodifusoras y revistas del país efectúen reflexivas autocríticas al amparo de precisamente las libertades de opinión y de prensa. Los grupos de población han empezado a tomar conciencia de la trascendencia que tienen los procesos de comunicación en la construcción de sociedades que aspiran, más allá de los resultados electorales, a legitimar sus aspiraciones tomando parte en la producción de la riqueza nacional.

DERECHO HUMANO A LA INFORMACIÓN

Artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del “Pacto de San José” señalan que todo individuo tiene el derecho de “investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas”. Al fortalecer la participación ciudadana en la construcción de la democracia, este derecho trasciende las formalidades legales y convierte a la información en factor indispensable del ser humano para tomar las decisiones correctas y oportunas.
Los cambios sustantivos propuestos en Ecuador para las tareas informativas provocaron inmediatas reacciones en organismos internacionales. Además de Cuba, en donde las restricciones a la prensa nacieron con el gobierno que asumió a comienzos de los sesenta, las reformas en legislaciones de varios países con tendencia de izquierda: Argentina, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, ponía en el centro de la atención pública al periodismo ya no como simple mediador del hecho noticioso en cada día sino como sujeto actuante de la búsqueda de progreso y auténtico bienestar de los pueblos.  En la idea de estos gobiernos, la prensa, en primera línea, deben ser co-protagonistas de los respectivos dramas nacionales que experimentaban millones de personas que anidan en la pobreza o emigran en busca de empleo, como producto del atraso en el que por décadas les habían sumido las  políticas neoliberales.
Las alertas encendieron la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que en varias ocasiones criticó las duras posiciones oficiales del Gobierno de Rafael Correa contra los medios ecuatorianos, expresando temores por el eventual carácter restrictivo que tendría la Ley de Prensa, en tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió en Washington a sendas delegaciones que expusieron los respectivos argumentos. En el evento, la prensa  reclamó por las adjetivaciones presidenciales y solicitaron el desistimiento de los procesos contra los periodistas mientras altos voceros gubernamentales  defendieron el record del Presidente Correa en materia de derechos humanos y libertad de expresión y hablaron del “linchamiento mediático” al que se había sometido al gobierno.
Otras agrupaciones también formularon sus objeciones. Amnistía Internacional pidió a Rafael Correa y a otros mandatarios de la Región  priorizar la libertad de expresión y Reporteros sin Fronteras expresó su aspiración de resolución de las disputas legales, recordando que Ecuador había adherido a la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La sorpresa mayor fue la carta dirigida a fines de febrero por un grupo de notables escritores de renombre internacional y varios ecuatorianos en rechazo a lo que denominaron  “persecución de los periodistas”. 


Estos fuegos artificiales seguramente despertaron emociones en los múltiples escenarios que se habían construido alrededor de los recientes debates sobre las libertades primeras del individuo y la colectividad: de pensamiento, de expresión y de prensa, pero resultan insuficientes para cubrir los impactos psicosociales de corrientes subterráneas que se originan en las tareas comunicacionales.

ÉTICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL    
   
Como en otras latitudes, el andamiaje ecuatoriano de la comunicación ha desenvuelto sus labores informativas ejerciendo los clásicos papeles de “perro guardián”, defensora de  intereses ciudadanos, contrapoder frente a excesos del poder estatal,  instrumento de desarrollo que promueve causas nacionales y propician el desarrollo económico y social y, en varias oportunidades, también como actor político para la caída de varios mandatarios.
Otros papeles relevantes ha cumplido en conflictos fronterizos con Perú, encauzando el espíritu patriótico popular y los recursos técnicos, económicos y humanos. En general, la prensa ha sido  considerada como fuerza moral de la ciudadanía.
En el reverso de medalla, el análisis de la estructura informativa del Ecuador como otras de la Región, revela fisuras y vacíos en el cumplimiento de su moderna tarea de informar, orientar, educar, motivar y distraer. En las realidades sociales del país y la Región, desde el examen de las condiciones de atraso y pobreza de grandes masas de población, junto a la característica  de inestabilidad política, es posible establecer relaciones que ameritan replanteamientos de los modelos de comunicación necesarios para naciones que necesitan salir del subdesarrollo.


Otras miradas ofrecen perspectivas diferentes sobre un tema que, si bien es controversial y  resulta apasionante,  provoca mayores reflexiones.
La Plataforma de  Responsabilidad Social PRS, con asiento en Quito, es una coalición  de organizaciones de la sociedad civil ecuatoriana que busca contribuir al ejercicio de la responsabilidad social en instancias públicas y privadas del Ecuador. Su titular, Tania Acosta  Hurtado, economista y ejecutiva de la Universidad Tecnológica Ecuatoriana, en el marco de los principios de la organización que representa: gestión ética y responsable, calidad de servicios y comunicación responsable, considera que el derecho a la libertad de expresión es la base de la democracia.
Este derecho debe ejercerse con ética, transparencia, objetividad, veracidad e imparcialidad, afirma Acosta Hurtado, de manera que, aunque sea considerada como utopía, debe ser la pauta para el ejercicio de un periodismo ético, con competencia comunicativa que se refleje en los medios de comunicación colectiva. Éstos deben estar sujetos a una regulación para que cumplan su función con calidad y en beneficio de la comunidad local, nacional y global, asumiendo responsabilidades que van más allá del cumplimiento de la Ley, normas de conducta y el respeto a los derechos humanos.

CIESPAL: NO SON TODOPODEROSOS
La dimensión académica de la comunicación examina Fernando Checa Montufar, actual Director General del Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina CIESPAL. La cuestión fundamental para cualquier ley es que haya comunicación, dialogal y biunívoca. Lo que acontece en Ecuador y el mundo, señala el experto, es que los medios no son de comunicación sino de información. En muchos casos, en América Latina y en forma creciente en el mundo, la tendencia es a la concentración y monopolio.
Comenta sobre la concentración mediática en Latinoamérica, con monopolización de propiedad, audiencias y mercado: más del 80% de audiencias están relacionadas con sólo cuatro empresas grandes que mantienen vinculación con medios, industria cultural y contenidos. Una ley debe  fijar las condiciones necesarias, objetivas y subjetivas, para democratizar la comunicación, afirma.
En Ecuador el grado sube a casi el 82 por ciento y en el mundo está ocurriendo algo similar. Los procesos de desregulación de Europa apuntan en esta dirección aunque se advierte todavía una gran fortaleza de los medios públicos. Ahora los medios privados están prevaleciendo también en la concentración de la propiedad. 


La ley que se aprobará en Ecuador busca democratizar el espectro radioeléctrico, prosigue Checa Hurtado. El 33 serán medios privados, otra cifra igual será de medios públicos que no corresponden al gobierno central sino a otros entes de la sociedad: organismos seccionales, universidades, casa de la cultura y sus delegaciones, etc., que pueden contribuir con el 34 por ciento de medios comunitarios a diversificar las voces y las palabras.
Sobre la influencia de los medios informativos en las decisiones colectivas e individuales que se toman en el mercado, comprobadas progresivamente con otras ciencias, desde su larga experiencia profesional considera factible “hasta cierto punto”. A su juicio, en esta línea  van los artículos de la ley en trámite sobre los “Principios Deontológicos”, referidos a los deberes y derechos de las personas que intervienen en el proceso comunicacional: dignidad humana,  grupos de atención prioritaria (niños y adolescentes), ejercicio profesional y prácticas de los medios de comunicación social y otros fundamentales.
Estima que la información y todos los mensajes que se transmiten por los canales informativos tienen gran incidencia en la mal llamada opinión pública, en cómo pensamos y nos imaginamos nosotros mismos, es decir la identidad; en la forma como representamos mentalmente al mundo. No son todopoderosos, porque lo que dice la televisión no convence  automáticamente a todos, pero tienen un gran poder, enfatiza.
En su opinión, la polarización entre gobierno central y medios privados se genera en el conocimiento de que dominar la circulación de sentidos masivos que se dan a través de los grandes medios es muy importante. Pero los medios no son omnímodos ni todopoderosos, porque ahora hay otros relatos sociales que compiten con estos discursos mediáticos que se dan en la cotidianidad. Hay un nuevo actor que cada vez adquiere mayor fuerza que son las redes sociales, a las que el experto prefiere llamarlas “redes de sociabilidad on line”.
Preguntado sobre las necesidades de la Región para dar pasos gigantescos que acorten distancias en los niveles de desarrollo frente a las naciones avanzadas, propone Fernando Checa impulsar la ciencia y tecnología través de políticas que asignen montos del Producto Interno Bruto (PIB) a estos rubros. “Hay avances en el país para capacitar a jóvenes en varias disciplinas técnicas, de manera de enfrentar los retos del desarrollo. La Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT) tiene programas que van en esta dirección”, afirma.
Menciona un aspecto que resulta inédito en la historia ecuatoriana. Como acertada política del Gobierno Nacional, que involucra también a CIESPAL, el organismo técnico ha incorporado dentro de la ciencia y tecnología también a las ciencias sociales, lo que permitirá “entendernos como sociedad”. Ahora, con mayores recursos se procurará formar especialistas en estos ámbitos. 


Entre las opiniones debatidas sobre la comunicación, en los últimos años se ubicó la relacionada con el “estado de opinión” formado con los flujos de noticias y opiniones que publican los medios de información. En su forma de ver el tema, los medios de comunicación contribuyen sustancialmente a la formación de la opinión pública, que puede ser favorable o desfavorable para las partes. Cree que hay una guerra de sentidos en el país entre el gobierno ecuatoriano y los medios privados, que compiten con otros “espacios mediacionales” de la cotidianidad, aunque en Ecuador el contacto físico todavía es importante.
CONSUMISMO - BUEN VIVIR
Experimentado en políticas empresariales modernas y competitivas, ex Director de  Oficina de Promoción de Negocios en España y profesor universitario, Santiago García Álvarez es observador agudo de la imbricación entre los procesos de  comunicación y el desarrollo económico. 
Ecuador estableció en su Constitución, aprobada por mayoría en el 2008, una nueva visión de organización social fundamentada en el Sumak Kawsay o Buen Vivir, que a su vez implica la vigencia de equilibrios económicos, sociales y ambientales en el marco de una sociedad plurinacional y diversa, afirma. La comunicación social no puede ni debe estar por fuera de estos grandes objetivos nacionales, si no que se convierte en un eje articulador de gran calado.   Puesto que esta visión de desarrollo es en realidad un paradigma a construir en el largo plazo, la comunicación social debería aportar en la difusión, análisis, revisión y crítica de los procesos que acompañan este devenir histórico. Se trata de una misión especial para la comunicación social no sólo para informar, sino también para analizar y criticar las circunstancias coyunturales y estructurales. La historia lo demuestra, el desarrollo socio-económico es una construcción histórica y social, más que individual y casual.
Sobre la aplicabilidad de un modelo de comunicación válido para países de alto nivel de consumo en sociedades atrasadas y con bajo nivel tecnológico, García Álvarez sostiene  que actualmente existe una fuerte crítica al consumismo, debido a su profunda “huella ecológica” que compromete seriamente los recursos y la vida del planeta. Técnicamente esta “huella” mide la cantidad de recursos que demandan las actividades humanas en relación a la capacidad biológica disponible en el planeta. En palabras sencillas, los actuales niveles de consumo desbordan la oferta actual de tierra productiva y agua disponible en el planeta.
Por tanto, concluye, un modelo de comunicación muy centrado en las necesidades y cultura de los países desarrollados definitivamente no es compatible con las necesidades de sociedades de los países en desarrollo.  Peor aún en el caso ecuatoriano, cuya visión es el sumak kawsay o buen vivir, que obliga al respeto de la “pacha mama” (naturaleza), la equidad social y el consumo responsable. La alternativa es implementar un modelo de comunicación más centrado en lo social, ambiental y derechos humanos. Muchos ciudadanos pensamos que sí es posible.
PERIODISMO, ¿PROFESIÓN DE LO IMPOSIBLE?
Con largueza, el periodismo rebasa el simple relato de diarios acontecimientos. Es parte de la difícil profesión de comunicar a la sociedad, cada minuto de cada día, sobre el  diario acontecimiento.
Como si fueran icebergs, las sociedades se mueven con rapidez entre las marejadas de la información mundial. Cabalgan sobre las olas de variados géneros periodísticos. Las partes salientes de noticias y opiniones semejan catedrales, pero ocultan debajo masas gigantescas y enigmáticas de significación trascendente.
Unos ejemplos servirán para ilustrar la extraordinaria importancia que tiene el cerebro como órgano rector de emociones y comportamiento humano que reacciona a los estímulos externos, en gran parte información de variado tipo, según los hallazgos científicos que las denominadas neurociencias van confirmando.
Dos especialistas, la doctora Sandra Aamodt, editora de Nature Neurocience, y el neurólogo Sam Wang afirman categóricamente “Tu cerebro miente”, en su obra “Entra en tu cerebro”. Describen varios experimentos efectuados por científicos y especialistas del más alto nivel que ilustran la percepción de una fracción de lo que sucede en el mundo complejo de la actualidad, en el que el cerebro se ve obligado a tomar atajos y a hacer muchas suposiciones.
Una laureada periodista investigadora de las ciencias, Sharon Beagley, cuenta entre muchas la interesante historia de la neurocientífica Helen Neville, quien inspira los trabajos con el lema de  su Universidad –Oregon, EE.UU-, “Mens Agitat Molen”: las mentes mueven montañas. “Prácticamente todos los sistemas cerebrales que conocemos –los visuales, auditivos, de atención y del lenguaje- están significativamente moldeados por la experiencia, y eso es lo que yo denomino neuroplasticidad”. Neville advierte a quienes deciden en la política y generan información, “que si las personas supieran más sobre el cerebro, el mundo sería un lugar mejor. Hemos realizado algunos descubrimientos que nos motivan a pedirles a quienes elaboran las leyes que destinen más recursos a la educación de los niños. Las personas que detentan el poder pueden decir que la genética dictamina las características del cerebro y la forma en que se desarrolla, pero estamos mostrando que no es así”.
Desde las funciones cerebrales, todas las actividades humanas tienen la directa influencia del órgano que aloja a cien mil millones de neuronas, forman un total de aproximadamente 100 billones de conexiones y llega a pesar, en el momento de mayor desarrollo (25 años) alrededor de 1800 gramos. Más que otros, los campos de los negocios y los mercados son influenciados claramente por el poder de la comunicación especializada y las múltiples herramientas disponibles, que intentan usar la mayor capacidad de cerebro y mente en función de sus intereses. 


Esta relación se magnifica con los avances de las tecnologías aplicadas a los procesos de producción de bienes y servicios para dinamizar las economías en los países. Los vínculos se van cerrando alrededor del consumismo que se planifica en los grandes centros financieros, objetivo para el cual se articulan también las expresiones de la cultura y los deportes. Autores de reciente data, como Zygmunt Bauman, Morris Berman y Frederic Martel, que analiza el surgimiento de los fenómenos de masas, entre muchos, descubren algunos entretelones. Éste último explica los avances de la “Cultura Mainstream” en el planeta y proclama “La guerra mundial de los contenidos ha comenzado”, con predominio de las potencias económicas y la débil participación de algunos pocos países de Latinoamérica.
Tras los espesos cortinajes están las más sofisticadas operaciones de la comunicación, siempre al servicio del desarrollo que todavía se mide únicamente con los indicadores clásicos de la economía. En estos juegos están inimaginables temas. 


Desde el apasionado beso que determina el movimiento de 36 músculos del rostro y dispara al organismo tres hormonas, la caída de los precios del petróleo en los mercados a causa de un par de titulares positivos en los periódicos, las maliciosas tramas y crudas escenas de algunas telenovelas -algunas de las cuales han sido suspendidas por considerárselas incitadoras de pornografía y violencia-, hasta las investigaciones de grandes firmas para determinar las compulsiones psicológicas de los consumidores que permitan crear alimentos basados en las reacciones viscerales, son motivo de grandes inversiones y trabajos de especialistas para producir artículos y servicios que despierten la atención de los consumidores.
En el 2008 se disparó la actual crisis financiera desde Estados Unidos, que ha superado fronteras y expectativas. Inmediatamente en este país evocaron, expertos y prensa, la “gran depresión” sufrida a finales de los años treinta, originando la caída espectacular de los negocios; a comienzos del siguiente año, una importante autoridad de la economía norteamericana dijo que apreciaba signos vitales en las inversiones del país, con la frase “brotes verdes” (green shoots). Al poco tiempo los medios publicaron noticias con la positiva expresión, dando lugar al aumento inusitado de la confianza de los hombres de negocios.
Los mismos ámbitos recorren los estudios que informan sobre riesgos de mirar  series populares de televisión, de peligros implícitos de los videos juegos, las cargas emocionales de imágenes y sonidos, todos los cuales sirven para construir sentidos e inducir comportamientos.
Las ciencias demuestran que el conocimiento –y no la información- es la mercancía con mayor valor de uso  económico para mercados que imponen las innovaciones. La nueva revolución “industrial” con las tecnologías de la inteligencia sustenta una economía que se fundamenta en el capital, conocimiento y poder, impermeables para los países pobres al menos en los niveles superiores. En estos ámbitos desempeñan sus labores cotidianas los comunicadores-periodistas que ocupan pantallas y micrófonos para transmitir los hechos de la realidad en cada día y noche (ver Visión septiembre 2010).
 En la actualidad, su trascendencia es descrita magistralmente por John Hulteng, erudito en ética de los medios, al manifestar “Bien puede suceder que si el periodismo pierde contacto con los valores morales, dejará de ser útil para la sociedad y no tendrá una razón real para existir”.

ATISBAR EL FUTURO  
Si los economistas discuten sobre la globalización, los politólogos sobre la supra nacionalización de la política y los gobiernos pretenden conservar identidades nacionales, la interrogación del presente para atisbar el futuro de la llamada sociedad mundial desde la teoría de los medios, es también una necesidad. No hacerlo es conspirar contra la supervivencia de Ecuador y la sociedad planetaria.
Hay grandes razones para concretar propuestas útiles y levantar agendas sociales desde y con la comunicación profesional. Las realidades de Latinoamérica  -y también de otras regiones- imponen una “globalización ascendente”, que incorpore las voces y culturas de las periferias, aladeando la ortodoxia del mercado, señalaron entendidos en materias de cultura e identidad, a fines de los noventa. El servicio público como principio rector de la comunicación se pierde en la  rápida concentración de monopolios mediáticos, convirtiéndose en el sector más estratégico de la economía planetaria. 


El examen desapasionado y multidisciplinar del fenómeno comunicacional encuentra en otras ciencias: psicolingüística, sociología, semiótica, antropología y economía, la mejor ayuda para diseccionarla y tratar de comprenderla desde sus interiores. Este horizonte consagra como indispensable el nivel más alto de profesionalización del periodista, con especialización en ciencias duras y ciencias sociales.
Si los tres principales problemas de la economía son: qué producir, cómo producir y para quién producir, es inteligente y legítimo plantear las mismas interrogantes a la comunicación moderna, principalmente porque los cada día más escasos recursos naturales y el acelerado “progreso”, anticipan serios problemas en el futuro inmediato. El informe de Nicholas Stern, experto del más alto nivel de credibilidad, debería ser tomado como elemento de análisis, conjuntamente con otros de similar contenido, para la formulación de nuevos modelos de comunicación. La mayor parte de gobiernos, partidos políticos, instituciones públicas y medios privados de comunicación, los han omitido. ¿Abulia, ignorancia o deliberado ocultamiento?
Las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) se cumplen, el planeta tierra dispone de agua hasta el 2023. Los anuncios de organismos relacionados con el derecho a la alimentación de la ONU, indican que la seguridad alimentaria peligra en 29 países, coincidentes con los de expertos norteamericanos sobre el aumento de posibilidades de  que se propague una crisis global de alimentos.
Qué pasaría si la mass media nacional y regional, por la obligación de actuar con ética y responsabilidad social, pudiese contextualizar el mayor porcentaje de información con estos y otros datos, como el relacionado con el crecimiento poblacional? Las ideologías y organizaciones políticas todavía no ofrecen respuestas contundentes.



Si la democracia es el resultado de sanas discusiones para los acercamientos, ahora es el momento para vigorizar la participación ciudadana en Ecuador. Y en la necesidad de ofrecer transparencia al público sobre los procesos y los efectos de la comunicación, la de ahora puede ser oportunidad para que los legisladores del país de la mitad del mundo brinden un plausible ejemplo al mundo.
Desde luego, éstos y cientos de otros factores tienen que reflejarse en la obligada exigencia de capacitación profesional para los comunicadores profesionales.- FIN DE ARTÍCULO


NOTA: (Las imágenes y fotos aquí utilizadas son diferentes de las publicadas por revista VISIÓN. Desde su difusión, mucha agua ha corrido bajo el puente. La Ley Orgánica de Comunicación (LOC) fue aprobada en junio del 2013. De frente a los hechos del mundo, dramáticos casi todos y previsiblemente con impactos negativos, se advierte la conveniencia de evaluar las tareas que cumplen los medios de comunicación. Y la tarea corresponde, en buena parte, a "nuevos lectores")

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